Hace una semana que estoy lejos de Jorge y me siento terrible por haberlo dejado. Soy una persona terrible, debí de haberme quedado con el, o al menos contarle sobre la amenaza.
Un llanto proveniente de la habitación de enfrente hace que salga de mis pensamientos. Me levanto de la cama, llevo al menos una hora acostada pensando en Jorge.
Camino hasta la habitación de Mia y Vane, al entrar me encuentro con Vane que llora, porque tiene hambre, me acerco a ella y la tomo en brazos, me siento en la mecedora y me descubro mi pecho, acerco a Vane y ella comienza a succionar inmediatamente, le acarició la cabeza, tiene poco pelo, pero se puede observar que es de color castaño al igual que el de Mia.
Es tan hermoso el sentimiento de tener hijos. Pero es también una responsabilidad enorme, ya que son seres indefensos a los cuales proteger.
Siento que Vane a dejado de succionar, así que me vuelvo a cubrir el pecho, y salgo de la habitación con Vane en brazos.
Bajo las escaleras y me dirigo a la cocina para prepararme el desayuno, colocó a Vane en:
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Que se encuentra sobre la barra, junto a otro igual pero de color morado, el cual es para Mia, eso me facilita el hecho de cuidarlas mientras cocino.
Vane es demasiado tranquila, demasiado a comparación de Mia, la cual es un pequeño demonio, pero para mí ambas son perfectas.
Sacó un sartén, y estoy a punto de encender la estufa cuando el llanto de Mia se escucha, subo las escaleras no sin antes asegurarme de que Vane no pueda caer, al llegar a la habitación, los pequeños ojos de Mia inspeccionan la habitación.
La tomo en brazos y me mira con atención.
-¿Qué pasa mi nena? - preguntó a mi pequeña.
Ella solo agita los bracitos. La cargo y bajo las escaleras con ella, al llegar la pongo al lado de su hermana.
Comienzo a prepararme mi desayuno, el cual consiste en unos huevos revueltos, con tocino y un vaso de jugo de naranja. Como tranquilamente, ya que no hay prisa porque no podemos salir hasta dentro de 40 días.
Simplemente amo a mis nenas.
Pov Jorge
Llevo apenas unas cuantas horas con Diego, pero lo amo profundamente, es tan hermoso, no puedo creer el hecho de que soy padre de 3 pequeños, pero lamentablemente no tengo a las otras dos aquí conmigo.
Diego es una copia exacta de mi, nadie dudaría de que es mi hijo. Pero a pesar de que Diego trajo felicidad a mi vida. Aún me falta mi otra mitad, aún me siento vacío.
Hola!
Lo sé demasiado corto, pero es que ustedes están tan emocionadas porque he regresado.
