Keeping Love Again

Juntos

Ambos permanecieron abrazados bajo la lluvia, llorando por su pasado, y el haber sido separados de esa manera tan cruel.

Después de estar abrazados un tiempo que para ellos fue eterno, se soltaron y entraron en el carro de Minho, ya que era el más cercano. El silencio entre ellos era similar a una gran pena. Habían sido separados por manos de su padre y por azares se habían encontrado y por un milagro se había dicho la verdad.

-Estás empapado.- Dijo Taemin buscando usar una voz fuerte. No quería sentirse débil y desprotegido a su lado.

- Tú también lo estás, y si no nos cambiamos, tomaremos un resfriado.

Minho prendió el carro y Taemin abrió los ojos sorprendido

-¿A dónde crees que me llevas?

-Vamos a mi casa. Queda más cerca que la tuya, además; Todavía hay cosas de las que tenemos qué hablar.

Taemin solamente vio hacia la ventana. Era verdad, todavía tenían que hablar de Ming-Kyung. Sería complicado hablar de ello, ya que no le había contado nada al respecto y había sido una casualidad que se lo topara a su salida de la escuela.

No tardaron mucho en llegar. Minho estacionó su carro y ambos entraron en la casa de Minho. Taemin analizó la casa. Era pequeña, y con colores blanco y azul marino, así como algunas piezas en color chocolate, un ambiente muy masculino. Miró la cocina y luego al fondo se encontraba la habitación.

-El baño queda en la habitación. Vivo solo, así que puedes toar una ducha. Te dejaré ropa en la cama para que te cambies. En mientras yo prepararé café.

-Está bien.

Taemin le tomó la palabra. No estaba loco, estaba empapado y lo menos que necesitaba en ese momento era enfermarse con tanto trabajo de por medio. Entró a la habitación y cerró la puerta. Instintivamente le puso el seguro. Se sintió un poco tonto, ni que a Minho le interesara verle sin ropa...aunque lo haya hecho en el pasado... "idiota" pensó y sacudió la cabeza, vaya que estar ahí le hacía fallar las neuronas, además....La habitación olía a Minho. Hacía mucho que no olía tan fuerte su perfume. Seguía usando el mismo que le regaló alguna vez para su cumpleaños.

Taemin se desvistió y entró a la regadera, relajándose al sentir el agua caliente en su cuerpo. Se duchó de manera rápida y salió. Ahí fue donde se odió, ya que como colocó el seguro, Minho no le pudo dejar ropa en la cama. ¿Qué debía hacer?

Tomó una toalla y se envolvió en ella, acercándose a la puerta para para pedirle la ropa. Suavemente giró la perilla y asomó la cabeza.

-Minho...

Minho estaba en la cocina preparando algo para la comida. Pudo ver que ya estaba usando una bata de color azul de cuerpo completo, ya que él también estaba empapado.

Minho se giró al escucharle hablar y sintió que su respiración se cortó por un suave segundo. Se veía adorable así, con sus bellos hombros al descubierto y su cabello húmedo. Sonrió de manera inconsciente.

-¿Qué pasa? ¿Problemas con la regadera?

-No es eso. Es que...ejem...la ropa seca que me prestarías.

-¡Cierto! Lo había olvidado.

Caminó a paso rápido a la habitación y abrió la perilla. El movimiento de Minho fue tan rápido que Taemin tropezó suavemente y la toalla se le zafó del agarre. Llevó sus manos al frente; Minho vio la acción de Taemin y con el afán de ayudarle, de igual manera llevó sus manos a la toalla. Al final, Taemin quedó recargado en la pared a un lado de la puerta, con la toalla en las manos y Minho de igual manera sostenía la toalla pero enfrente de Taemin.