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A lo lejos entre sueños, mi oído logró captar una canción que sonaba sin parar. No estaba muy seguro de dónde provenía, lo que si sabía era que conocía al derecho y al revés la letra.

Mi celular.

Somnoliento talle mi ojos, observe por todas partes buscando mi celular. Llegué hasta él en un estirón fugaz queriendo no moverme de mi cómodo lugar de la cama.

- ¿Qué sucede? - conteste casi al último sonido - ¿Por qué llamas de madrugada? ¿Eh? ¿Casi las cuatro de la tarde? - me levante de la cama y caminé hasta la ventana. Era de día y no de madrugada como suponía por la oscuridad intensa de la habitación. - ¿Dónde estas, por qué me llamas si...? Sí, aquí está. Sigue durmiendo. Sí, ahorita lo despierto. - colgué.

Me quedé parado por unos minutos viendo la silueta que estaba debajo de las sábanas, di un bostezo y caminé arrastrando mis pies hasta un lado de la cama.

- Despierta, TaeHyung. - moví su cuerpo despacio - Levántate, Jin quiere que estemos listos. Vendrá por nosotros. - hable entre bostezos.

- No, quiero dormir - se removió debajo de las sábanas.

Me paralice al escuchar una voz que no era de TaeHyung, levanté con terror la fina tela pero sólo pude alzar hasta su frente dejándome ver su cabello. Regresé a gigantescos pasos a la ventana No es la casa de TaeHyung, abrí las persianas iluminando un poco más la habitación y proseguí prendiendo las luces.

Mi alma regresó a mi cuerpo al ver a TaeHyung a bajo en el piso con varias almohadas y cobijas durmiendo plácidamente ¿Cómo es que no lo vi? Muy probable mi cerebro estaba adormecido.

No había tomado nada en toda la madrugada, pero parecía ser que el ebrio era yo al no recordar que en lugar de ir a casa me quede dormido cuidando a un muy chispo Yoongi.

Le di un puntapié despacio en la espalda.

- Despierta, idiota. Tu hermano viene por nosotros. - Otro golpe. - ¡Qué te pares, te digo!

- Eres un niño muy escandaloso. - la voz de Yoongi me detuvo el golpe, lo mire apenado por haberle despertado. - ¿Qué hora es?

- Van a dar las cuatro. - Me incline golpeando la cabeza de TaeHyung fuerte logrando mi objetivo, se quedó sentando. - ¿Qué pasa con tu sueño? Siempre te tengo que golpear.

- ¡Tú, estúpido! - se sobó la frente e intentó aventarse pero la mano que se posaba en su cintura no lo permitió. Dios, me sonrojé al segundo de darme cuenta de que TaeHyung no dormía solo. - Ho-hoseok- pronunció despacio.

- Qué escándalo - habló con sus ojos entreabiertos, se estiró bostezando y finalmente se sentó tallando su rostro. - ¿Por qué no duermen?

- Ven a la cama, Jimin. - Me voltee a verlo con mi boca abierta.

Se escuchó tan...

- Jimin ¿No me digas? - los ojos de TaeHyung brillaron en asombro, sólo pude negar sin poder quitar mi gesto de turbación.

- Yoongi ¿Qué hiciste? - la risa de HoSeok no se hizo esperar que incluso pataleo por la "divertida" platica que teníamos. - Estamos en las mismas, nunca me fallas. Te adoro, hermano. Juntos hasta la cárcel. - seguía burlándose cual si fuera un chiste y no un asunto de suma importancia.

Yoongi se había sentado en la cama con la cabeza agachada, frotó sus ojos. Yo seguía con mi impresión estupefacta hasta que la risa de Yoongi resonó dentro del cuarto.

- Jimin ¿Qué hay con esa cara? ¿Qué acaso no confías en tus aptos sobrios de ayer? No seas tonto.

Taehyung se unió a las risotadas. Era verdad, yo era el único sobrio de los que estaban en el patio... Maldición, qué vergüenza. Apreté mi boca y asentí levemente, parece que el cuadro era lo suficiente risible para no dejar de hacer bromas al aire.

Ventajas de ser invisible «y.m» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora