Capitulo 18

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Hoy en clases los profesores estaban algo distintos, ya no regañaban a los problemáticos, no dejaron tareas, fue muy extraño, a la hora del almuerzo estaba formada en la corta fila, al llegar la señora me entregó una amburguesa, le agradecí y al dar la vuelta me encontré con la rubia
-hola, Ada, ¿como te a ido?- pregunta, pero su tono de voz no mostraba interés
-bien, gracias- respondo, sigo caminando para llegar con mis hermanos, los cuales no estaban en la mesa
-se nota, pasar la tarde con Dean debe ser fabuloso- me detuve, ¿cómo ella sabía que pase el día con Dean?
-no entiendo a qué viene eso- logro responderle
-mira, perra, Dean es mío, es mi novio, tú para él solo eres una niña inocente con la que puede pasar el rato cuando se aburre, como un juguete- su novia, claro, como no pude darme cuenta, ambos eran populares, era obvio que eran pareja
-vale, ya entendí- aviso, agachando la cabeza
-entonces no te quiero ver serca de él- me amenaza
-Dean y yo solo somos amigos...-
-pues no sean nada, hazte a un lado fenómeno- fenómeno , algo en mi dolía, asentía varias veces y me giré para irme
-Azul- me llama, el escuchar su voz me dolía más, lo mire pero fue lo peor que hice, la rubia lo tenía abrazado y le estaba besando, él se aparta y parece algo confundido, me alejo rápido y cuando siento que me toma del brazo le lanzo la bandeja dejando que mi amburguesa le manchara toda la playera blanca
-solo aléjate Dean, ve con tu novia- corro al baño, no estaba molesta por el hecho de que tuviese novia, de hecho no sabía porque me sentía así, estoy acostumbrada a que me vean como un fenómeno pero no entendía lo que sucedía
-Azul, abre por favor- me pedía Dean mientras tocaba varias veces la puerta
-largo, lárgate Dean- me alejé de la puerta y fui al espejo, me lavé la cara y cuando me vi en el espejo
-¿pero qué?- mis ojos ya no eran azules, eran verdes, como los de un gato, luego escuché un golpe en el cubiculo de atrás
-Azul, azul responde- me acerqué al cubiculo y vi un líquido rojo salir de la puerta, exparsiendose por el suelo, abrí lentamente la puerta, el cuerpo de una chica estaba ahí tirado, toda ella llena de sangre, con los ojos negros, la piel pálida, estaba muerta, me acerqué a ella y la toqué, el ardor que sentí en mi corazón, y el dolor inmenso en mi cabeza me hicieron gritar, lo último de lo que estuve consiente fue de la puerta rompiéndose, que el suelo estaba frío, y escuchaba su voz, después de eso todo se oscureció.

Entre la Luz Y La Oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora