Es de noche, hace frío, siento que cada minuto que pasa el aire es más helado.
De repente oigo un sonido vendiendo del callejón de al frente, se escuchan gritos, poco a poco me voy a acercando y los sonidos se van aumentando a través de mis oidos, pero de repente paran y al ver dentro de él no encuentro absolutamente nada, ¿Que habrá pasado?, ¿Me he vuelto loca?.
Hago oídos sordos a mis pensamientos y regresó a mi parada como si nada hubiese pasado.
Las horas pasan, y no pasa mi bus.
De repente los gritos de nuevo comienzan, ¿Pero que está pasando?, ¿Acaso mi mente me está haciendo una mala jugada?.
Nuevamente dirijo mi mirada hacia el callejón y de hay sale un chico, con toda su ropa rota y ensangrentada, el sigue caminando con dificultad sin darse cuenta de mi presencia, trató de acercarme pero el instantáneamente levanta la cabeza y yo siento que pasa un escalofrío por toda mi columna vertebral.
Su cara está totalmente ensangrentada, sus ojos negros y tristes; pero el me sonríe y niega; ¿que me quiere decir?, intento acercarme nuevamente pero el ahora me mira con rabia y tristeza.
- ¿QUE PASA?- le gritó.
- ¡NO! -me grita.
Su vos era ronca y llena de rabia.
- ¿No?,¿No, que? - me susurró a mi misma mirando mis pies buscando la respuesta en ellos.
Siento un escalofrío en mi espalda pero no puedo darme vuelta, estoy inmóvil de algún modo pero siento una respiración está atrás mío, ¿Es el?.
- No me ayudes - susurra con su voz llena de tristeza en mi oído.
Al darme vuelta no veo a nadie, miro para al frente y nada, miro para todos lados buscándolo pero el bus para junto al frente de mi, con rabia de no poder haberlo encontrado subo en el bus y me siento, al mirar hacia a la ventana hay está el, levantó la mano y me despido con una sonrisa triste, el me queda mirando con esa singular mirada.
Esa mirada que pide ayuda.
Adios chico de ojos triste.
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Una Mente divagando
Teen FictionHay cosas que no se pueden controlar, que necesitas decir. Este es mi lugar de escape.