Levi no podía ni quería creerlo aún. No se imaginaba a Eren con otra persona que no fuera él; no fue hasta que cayó en cuenta de que sus pensamientos y sentimientos estaban siendo engreídos y egoístas. Eren merecía rehacer su vida con la persona que escogiera, se reprendió mentalmente con mucha furia por creer ciegamente en que aquella persona que lo era todo para Levi lo estaría buscando igualmente; quizá ni siquiera lo recordaba o peor aún, estuviera tratando de olvidarle. Sin embargo, se resignó amargamente después de todo lo que había escuchado aquel día tan triste.
Sin algo mejor que hacer en ese momento, cansado de darle vueltas a todo el asunto de Eren y buscando cualquier forma de distracción de su actual situación, dejó de lamentarse y se puso a estudiar para tratar de olvidar a Eren, en ese momento sólo quería sacarlo de su mente, nunca creería que el día en que estuviera cansado de pensar en el castaño llegaría.
No importaba si se mentía a sí mismo, pero se prometió olvidarlo. Se convencía diariamente en que necesitaba olvidar a Eren, manteniendo su mente ocupada en otras cosas mientras intentaba desvanecer su recuerdo.
Era lo mejor para Eren, para aquel chiquillo rubio y ¿para él?
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Un día saliendo de la Universidad, Levi iba de regreso a casa cuando decidió tomar un atajo que jamás había visto; al parecer tanto años recorriendo el mismo tramo de calle lo habían hecho acostumbrarse y nunca reparó en otra división de este mismo camino. Era una salida paralela a su calle, la cual llevaba al mismo sitio. Parecía tan vieja como el mismo vecindario, Levi dudó unos instantes pero se decidió a que quería probar algo nuevo, tener experiencias nuevas que no tuvieran nada que ver con sentirse triste ni deprimido, y quizá, ahora si que empezaría a vivir un poco.
De repente, alguien salió del atajo que Levi estaba a punto de tomar, y golpeó con gran fuerza a Levi, provocando que este cayera al suelo en compañía de su agresor. Todo fue tan rápido que a Levi le costó varios segundos asimilar lo que había pasado, pero en cuanto se levantó, furioso le gritó a la otra persona sin siquiera mirarla:
-Oye mocoso, fíjate por donde caminas, podrías lastimar a alguien. Bueno, a alguien más.
La otra persona parecía en otro mundo absorto en sus propios problemas, en sus propias pensamientos, dentro de sí mismo, y tardó algunos segundos en reaccionar a las reclamos de Levi pero dijo con tono de arrepentimiento:
-Ah, perdóneme no era mi intención golpearlo señor.
Levi maldijo al mocoso entre dientes ahora si viendo su melena castaña pero no su cara, se levantó muy enojado y siguió caminando con frustración, ya que alguien había interrumpido sus pensamientos de una manera muy agresiva, y encima de todo le había dicho señor. ¿Quién se creía que era para llamarle de esa manera?
Después de alejarse varios metros del lugar donde había ocurrido todo lo anterior, aún molesto, Levi sintió que alguien lo seguía de cerca, pero no le dio mucha importancia ya que pensó que podría ser algún vecino o cualquier otra persona que pasara por ahí. Después de varios segundos sintiendo la misma presencia detrás suyo, empezó a incomodarse y a sentir algo de pánico.
Se volteó decisivo para enfrentar al misterioso sospechoso y para su sorpresa lo identificó como el mocoso que lo había golpeado; mismo hoodie, mismos jeans ajustados y mismo color de pelo claro, aunque seguía sin ver su rostro con claridad. Le dijo con un tono sarcástico e irritado a la vez:
-Oye, además de que me golpeas, ¿me acosas? ¿Por qué no te vas a otro lugar a molestar a otra persona? que molesto.
El extraño pareció pensar en su respuesta y tras varios segundos de silencio le respondió con el tono de voz más casual y sin inmutarse ante las ofensas de Levi:
-No, nada de eso. solamente siento que a usted ya lo conozco de algún lado.
Al pelinegro pareció irritarle verdaderamente este comentario y dijo ya algo desesperado de llegar a casa y deshacerse de aquel impertinente mocoso:
-No lo sé, veo cientos de personas al día. Es difícil recordarlo.
El otro muchacho se adelantó hasta donde estaba Levi, que había acelerado el paso hacía varios metros atrás ahora si con prisa por abandonar esa conversación, y le dijo:
-No, pero es una sensación extraña porque siento que es de hace mucho tiempo que lo conozco.
Levi se volteó furioso hacia el niño que lo seguía, ahora si lo había hecho enojar, pero cuando hizo un giro leve para quedar frente a él, quedo perplejo, sin palabras para acreditar lo que veían sus ojos; era un simpático niño de ojos verdes claros, un tono muy peculiar y notó que sobresalía un brillo especial en ellos, tenía el cabello castaño y su piel era de un tono tostado hermoso... era idéntico a... no... no... ¿era él?
El chiquillo al ver la reacción del mayor, le dio una sonrisa cálida, una sonrisa muy linda, sincera, y con algo de orgullo en ella, y dijo sin más:
-Hola me llamo Eren, nos conocemos ¿verdad?
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Eternos: Eren & Levi (editando)
FanficCuando crees que el amor de tu vida se ha ido para siempre, pasa algo inusual, se vuelven a encontrar, pero no en el cielo ni en el infierno, si no.... en otra época.