«Marena»

71 9 1
                                    

Roma, Italia.

Me llamo Marena De Luca. Tengo dieciocho años y estoy a unas pocas horas de cumplir los diecinueve.

Soy la típica chica de por aquí. Alta y morena, de ojos marrones. Siempre me han dicho que me parezco mucho a mi padre, pues el también es moreno, pero que he sacado el carácter de mi madre.
Desde pequeña me enseñaron a ser buena y educada con todos. Por eso mucha gente se sorprende al conocerme, ya que piensan que por ser quien soy tengo que ser algún tipo de arpía sin sentimientos.
Vivo en una mansión a las afueras de Roma, alejada de todo el alboroto que hay en la gran ciudad. En ella vivimos mis padres, mis hermanos y yo, pero en verano suelen venir familiares y amigos a pasar unos días con nosotros.
Mis padres son Gabriella y Lorenzo De Luca, famosos diseñadores de moda. Gracias a eso, he pasado la mayor parte de mi vida viajando por el mundo, conociendo las modas de cada pueblo y ciudad, de cada continente. Aprendiendo cada idioma y cada cultura de todos los rincones de la Tierra.
Ellos siempre han querido inculcar en mi su amor y pasión por este trabajo, pero mis ideas eran claras desde el principio. Después de verano entraré a Harvard para estudiar Arquitectura. Algo que desde siempre me ha llamado la atención. Mientras tanto pasaré mis vacaciones en Punta Cana ejerciendo de modelo para una de las más esperadas colecciones creada por mis padres, y seguiré trabajando con ellos mientras termino mi carrera.

Últimamente mi vida ha sido como una montaña rusa, llena de momentos en los que estaba en la cima pero de pronto empezaba a caer. Típicas peleas con mi novio, Ian, malas notas, malos caminos que escogí, son los que me hundían poco a poco. Mi mejor amigo, Alex, siempre ha estado ahí para levantarme cuando veía que no podía más. Al igual que René, mi mejor amiga, y mis dos hermanos mayores, Bruno y Carter. No se que sería de mi sin ellos.

Durante toda mi vida he sentido que me faltaba algo. En el pasado trate de llenarlo con personas que sólo me perjudicaban, hasta que mis padres me dieron un toque de atención. Por ser quienes eramos teníamos que tener cuidado de lo que hacíamos o tendríamos que acarrear con las consecuencias de por vida. Eso logró que sentara la cabeza y que me convirtiera en la chica que soy hoy.

Espero que en un futuro no muy lejano pueda sentirme completa. Poder ser yo misma sin tantas presiones. Tendré que luchar mucho por eso, pero se que merecerá la pena.

 Tendré que luchar mucho por eso, pero se que merecerá la pena

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Separadas Al NacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora