Los Henderson.

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En la casa habían infinidades de reglas, muchas para contar, pero la más importante para la Señorita Mariel era dormir justo a las 10. Terminábamos de cenar a las 9 y teníamos la siguiente hora para prepararnos para dormir, también podíamos leer un libro, uno que no tuviera ningún tipo de contenido sexual, podíamos hacer lo que fuese durante esa hora mientras no saliéramos de la habitación.

Compartía cuarto con cuatro chicas de mi edad, Ana, Eleanor, Julie y Nora, Nora había entrado hace poco, en cambio las demás llevábamos años aquí, era todo un desastre, su padre la mando para que la corrigieran.

Eran las mueve y media y ya estaba lista para dormir así que saque un libro.

Ana: ¿supieron lo de los señores Henderson? -salió del baño con la pijama puesta. Todas aquí llegábamos hablando con un tono tan común y corriente, y terminábamos con un tono muy elegante, como si fuéramos de la nobleza, es extraño, pero te terminas acostumbrando.

Nora: ¿Los ancianos de alado? -dijo con el tono común y corriente.

Ana: si, esos -rodó los ojos, a ella no le caí bien Nora.

Tú: ¿qué pasó con ellos? -baje el libro y lo deje en mi cómoda.

Ana: se irán a un asilo y la casa ahora será habitada por su hijo y su familia -se acercó a la ventana, la cual daba perfectamente a la que era de los abuelos.

Nora: ¿conque tendremos vecinos nuevos? Genial -dijo con un tono de maldad para luego morderse el labio.

Eleanor: las posibilidades de que venga un chico son mínimas Nora para la edad de los abuelos todo lo que puede venir es un niño de 10 años -Nora la miro de mala gana y se tumbó en su cama.

Julie: a menos que te gusten menores, Nora -dijo burlona.

Las luces se apagaron, hora de dormir, parecía que mi cerebro lleva al ritmo todas las reglas de esta casa, en cuanto mi cabeza choco con la almohada quede dormida.

Desperté a las seis como todas las demás, a excepción de Nora, me bañe me arregle y baje a ayudar con el desayuno, en esta academia no sólo nos daban las típicas materias y los tips de señoritas, también nos daban los tips de cocina, aseo de la casa y todo eso.

En cuanto el desayuno termino el timbre sonó, una de las señoritas fue a abrir y al instante llamó a la Srta. Mariel, eran lsa ancianos que venían a despedirse y a informarnos que pronto tendríamos nuevos vecinos.

El día fue como todos, al término del desayuno teníamos una hora para hacer las tareas que teníamos cada una para el "hogar", después 5 horas de clases normales, luego la hora de la comida, seguido de 5 horas de clases de señoritas y al final la hora de la cena.

Cada lunes, antes de empezar la cena, la Srta Mariel nos daba nuestra tarea del hogar para la semana.

Mariel: Habitación de la Srta Anderson, ___ podara el césped, Nora limpiara los baños, Eleanor tenderá las camas, Julie limpiara las ventanas y Ana lavara los platos. -todas asentimos menos Nora, aprendió a ya no renegar de las tareas cuando la dejaron sin comer, no sólo por castigo, sino también porque para la Srta Mariel, Nora estaba gorda, cuando no era cierto, tenía buen cuerpo.

Nora: cámbiame la tarea __ -me suplicó una vez entramos al cuarto.

Tú: lo siento Nora, no se puede, no lo puedes cambiar -y aunque se pudiera no lo haría.

A la mañana siguiente después del desayuno saque la podadora y me alisté para comenzar a podar, el día era muy caluroso, tanto que considere cambiarle la tarea a Nora, pero decidí que no. Yo no solía usar shorts, ni siquiera tenía, pero considerando en calor, le saque uno a Nora y me lo puse.

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