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Asiel se encontraba como muchos otros lo están, claro, solo que a su manera y pese a ello no se discernía diferente. Era como el mismo lo pensaba solo cualquiera. Algún otro que buscaba experiencias, sobre todo del tipo emocional y fallaba constantemente en su deseo ya que este nunca se satisfacía y cometía constantemente los mismos errores en muchas cosas u asuntos ya sea solo o acompañado. Por tanto por lo general se sentaba solo y vaciaba sus ojos, los fijaba en algún objeto que solo él percibía e imaginaba en su mente y se iba a otro lugar que no fuera ese que le rodeaba y le consumía hasta la misma desesperación y un deseo constante de no luchar contra la muerte.

Materializar lo que quería requería un gran esfuerzo y prefería por ende la omisión de casi cualquier asunto. Tanto así que la motilidad apenas le era útil. Se movía poco, apenas lo necesario, breves intervalos eran suficientes. En ocasiones si se exacerbaba y se excedía en alinear su cuerpo y movimientos deacuerdo a lineamientos de bienestar general. Luego al terminar repetía una y otra vez el hacer cualquier cosa o aparentemente nada, que era para él lo más importante.

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