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Le sonreí a mi mejor amigo mientras salía de la pista. Habíamos terminado de ensayar una nueva coreografía, pero sin querer se nos había hecho tarde. La pista estaba por cerrar y de seguro Ámbar se había retirado a la mansión.
Saqué la llave de mi locker y lo abrí. Un pequeño papel de color rosa pálido salió volando.
Rápidamente me agaché para poder cogerlo.

Hola pequeña,
Probablemente este loco, pero loco de amor por ti. No encontré otra forma de acercarme a ti que no fueran estas notas.
Las dejaré aquí cada vez que quiera decirte algo, empezando ahora.
Me gustas, y mucho.

El chico de los patines.

Miré hacia todos lados buscando quien podía estar jugandome semejante broma.
Estaba más que claro que podía ser un juego de Ámbar, en el que yo podía salir muy mal parada.
Me cambié a mis zapatos rápidamente y cerré el locker.
Al pasar por un contenedor de basura, no lo pensé dos veces. Hice un muño el pequeño papelito y lo tiré.
No me gustaba este tipo de bromas.

El Chico De Los Patines - LutteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora