| Recuérdame | | Crepusculo | #3

Capitulo 15

-¿Estoy bien vestida?- Bella se miró al espejo y comprobó que todo en su vestido estuviera bien.- ¿Qué dices Nessie?

-Estas bien mamá. Tranquilízate y espera a que sea la hora.- Reneesme sonrió a su madre.- Falta muy poco para que tengas que bajar.

El casamiento se iba a celebrar en el mismo lugar donde años atrás Marina iba a casarse. Los invitados estaban sentados en sus lugares, Edward estaba abajo con Damián esperando que llegara la hora. La puerta de la habitación de donde se encontraba Bella se abrió, ella miro para ver quién era y vio a Marina con un vestido rosa y una gran sonrisa en la boca.

-¡Pero qué bonita estas!

-¿Marina? ¿Q-que h-haces aquí?

-Te dije que intentaría volver para tu boda y mírame ¡Estoy aquí!

-P-pero tú no...

-¿Qué pasa? ¿Acaso no quieres que sea la madrina?- Marina se mordió el labio.- Venga ya deja de bromear Bella.

-Yo le dije a Jessica y ella acepto.

-P-pero puedes decirle a Jessica que estoy yo, Bella que soy tu amiga. No puedes hacerme esto.

-¡No! Tú eras la que no podías hacerme esto. Yo te pedí que no te fueras y no me hiciste caso, tuve ir a rogarle a Jessica que fuera mi madrina de boda. Puedes quedarte a la boda si quieres, pero mi madrina será Jessica.

-Estuve contigo millones de veces, incluso te salve la vida sabiendo que si lo hacía algo malo iba a pasarme, ¡Pero lo hice igual! Y-y así me pagas ¿Qué clase de amiga hace eso? Si fueras mi amiga de verdad, hubieras sabido que vendría, porque nunca en estos años que estuve contigo te falle, capaz el paso de los años te cambio Isabella.- Marina se dio la vuelta y salió dando un portazo.

Bajo las escaleras recordando todo lo que había pasado allí hace algunos años, recordó a Luciano él había bajado las escaleras mientras ella gritaba, la había metido al auto con tanta facilidad. Salió de la iglesia chocando con Edward quien la miro sonriendo.

-Pequeña, pensé que no vendrías.- Marina abraso a Edward.- ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?

-Y-yo, joder.- La joven volvió a sollozar y lo abraso más fuerte.- Por favor, tu no me falles.

-Pero que dices, Marina jamás te fallaría. Venga deja de llorar, entremos que voy a casarme y tú eres la madrina ¿No?

-No, Jessica es la madrina.- Marina se separó y se limpió las lágrimas.- Espero que tengas un precioso casamiento, yo me voy a mi casa, no tengo nada que hacer aquí.

-Pero Marina no...

-Edward es hora tienes que entrar.- Marina miro a Damián.- ¿Qué haces aquí? ¿No era que estabas de viaje con el idiota de Damon?