Capítulo 41: "La culpa"

253 17 5
                                    

Pov Asuka:

-¿Muerto? -preguntó Haruna totalmente impactada- No puede ser posible...

-¿Cómo que muerto? -pregunté- No es posible, de seguro había alguna forma de...

-La herida de la apuñalada era muy profunda, me sorprende que sobreviviera tantos minutos -aclaró el doctor- Hice todo lo que estaba en mis manos, créanme, pero no había forma de salvarle.

-Kazuya... -murmuré con rabia- No puedo creerlo.

-No puede ser que mi hermano muriera... -negó Haruna en voz alta- Él es fuerte, dijo que nunca me dejaría sola... No puede estar pasando esto. Akihiro, no puede ser cierto... Dime que es mentira esto -suplicó Haruna entre fuertes sollozos- No puede ser... No puede ser... Kazu... Es mi culpa por no haberlo cuidado.

-No, es la mía, yo pude acelerar el paso y quizás él... Pudo haberse salvado -admitió Akihiro bajando la mirada.

-Ambos estan equivocados... -aclaró Yuuki en voz alta, a medida que sus ojos se llenaban de lágrimas de sangre por los bordes- Todo esto... Es culpa mía. Si hubiera revisado más la máquina, Kazuya san se hubiera salvado de esta... Si hubiera sido yo quien manejara la armadura...

-Pero no lo fuiste, Yuuki -le dijo Yumi, mirandole con preocupación- No vale la pena que pienses eso.

-No puedo soportar esto... -sollozaba Haruna con mucha fuerza, mientras se enterraba continuas veces un cuchillo en el estómago. Claramente no pasaba nada, y eso provocaba que se apuñalara con más fuerza- ¡¿Por qué no puedo salir de este mundo de mierd*?!

-Detente... -le retó Shun- No vale la pena que sigas... No podrás acabar con tu vida, Haruna. No importa cuantas veces lo intentes... Y no creas que uno de nosotros va a matarte.

Con las palabras de Shun, Haruna se mordió el labio con fuerza, hasta sacar un poco de sangre a través de este. Parecía no poder evitar los nervios, nunca la había visto tan mal en mi vida.

-Ya...ya... -le abracé, a la vez que seguía llorando con mucha fuerza- Kazuya no le agradaría verte sufrir de esa manera... Le gustaría verte feliz. Después de todo, siempre estaba alegre, ¿no? -le pregunté a Haruna, mientras unas lágrimas hacían carreritas por mis mejillas- Él de seguro... Él... -me detuve de la nada, por unos sollozos que me impedían hablar.

-Si quieren, pueden entrar a despedirse de Minami -nos ofreció el médico al vernos en tan malas condiciones- Será enviado con el resto de los fallecidos a un cuarto privado.

-Yo quiero entrar, no, yo necesito entrar -exigió Haruna de inmediato- Me gustaría entrar con Akihiro, es lo único que le pido.

-Adelante, entonces, el resto puede pasar después -prosiguió el hombre, al mismo tiempo que Haruna se apoyó en Akihiro para entrar a la habitación solicitada, pero el peliazul se quedó quieto, mirándome con los ojos bien fijos. No sabía que responderle cuando me ofreció su mano, así que solo opté por sostenerla y entrar con ambos.

Cuando entramos a la habitación, de inmediato divisamos a Kazuya, el cual estaba acostado en una cama con una vitrina especial para que pudieramos verle, lo dejaban de esta manera para que ningún ángel oscuro o Akbord tomara posesión de su cuerpo.

No pude evitar sorprenderme, su cuerpo estaba rojo casi por completo, debido a unas fuertes quemaduras que tenía por toda su piel. A pesar de ello, su rostro estaba pálido al igual que sus párpados, y sus labios estaban completamente morados.

Haruna miró de reojo la cara de Kazuya, y luego observó hacia los lados, para acto seguido apretar el botón que quitaba el vidrio que le cubría. Los guardias iban a retarle si la veían, pero a ella no le importó y empezó a acariciar las mejillas de Kazuya con delicadeza, como si se tratara de lo más preciado que tuviera en el mundo.

Entre dos mundos [Resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora