Con el lápiz metido entre mis dedos golpeaba la paleta de mi asiento. Ya llevaba dos horas seguidas de la materia de álgebra y antes de ella tuve historia, mi cabeza se encuentra demasiado bloqueada como para poner atención al hombre frente a la pizarra.
Respiré hondo y comencé a moverme en mi asiento buscando un lugar más cómodo y poder estirar mis piernas. Busque a TaeHyung en el asiento del final, estaba en la misma posición que yo, aburrido y desentendido de cualquier cosa que estuviera diciendo el maestro.
Me hice un poco para enfrente dispuesto a prestar toda la atención debida, mi mente falló en el intento.Mordí mi labio agachando mi vista... me seguía sintiendo apenado.
¿Está bien si tu primer beso entra en la categoría de "normal" y "sin emoción"? No era realmente como me lo había imaginado, aunque la vergüenza si era muy parecida. Suspiré tan profundo que pude sentir como me adentraba a la burbuja de los recuerdos...
- ¿Qué pasa? Estás muy nervioso. - empujó mi torso hacía atrás sentándose en mis piernas. - Eres muy guapo.
Sus labios se acercaron a mi cuello dando inicio a pequeños besos que parecían caricias, mientras que con la otra mano en mi mejilla me acercaba más a su boca.
- Je-jessi, Detente.
Hizo caso omiso y continuó con sus pequeños besos ahora succionando mi piel. - Detente - repetí en un leve jadeo.
Subió sus labios hasta los míos comenzando un beso tan necesitado que me impedía poder acoplarme a su ritmo entusiasmo. No había algún sentimiento, carecía de tantas cosas que no me lo hacía apetecible. A pesar de que sus labios capturaban muy bien los míos y sus labios fueran cálidos, no lograba ninguna conexión en mí. Me aproveche de su disposición a querer que también la tocará, hice mi cara hacía un lado rompiendo el beso dando a entender que quería que siguiera con sus besos mojados en mi cuello, ella entendió rápidamente la invitación. Con un poco de fuerza la quite antes de que se apoderará de nuevo de mi cuello, la pare y salí hacía la casa rápidamente.
Ese día no fue el mejor, ella continuó insistiendo a querer hacer algo lo cual sigo sin estar preparado. No podía mentir que su actitud empalagosa comenzaba a fastidiarme, pero dentro de la casa ella era con la única que tenía un trato más cercano ya que, todavía no hacía alguna amistad con otras personas y mis dos conocidos estaban bastantes entretenidos: Jin en realidad se había ido y TaeHyung andaba colgado del cuello de su "amigo". Y el otro chico con el que baile no aparecía por ningún lado, sólo hasta el momento que decidí que era mejor irme de la casa.
La pequeña sonrisa que hizo cuando me acompañó a tomar el taxi fue la más bonita que le haya visto que inclusive creí que lo había imaginado por tan furtiva que era.
- Gracias por acompañarme - le sonreí antes de subir al carro.
- No hay de qué, no quería cargar con una violación que pude evitar. - ambos reímos.
Ésa pequeña conversación fue lo único bueno que pude salvar de la noche.
El ruido de mis compañeros levantándose de sus pupitres me hizo salirme de mi ensoñación, miré al frente, las cosas del maestro ya no se encontraban. Tan sumergido estaba que ni siquiera me pude dar cuenta de que la clase había terminado. Comencé a guardar las cosas en mi mochila.
- ¿Nos vamos?- rodeo mi cuello con su brazo.
Caminamos sin soltarnos al comienzo de las escaleras. Ambos veníamos mirando al piso esquivando las rayas y tocando solamente la parte de en medio de los mosaicos, era un juego que siempre hacemos por puro desestrés después de la clase más pesada de todo el día.
Levante mi vista cuando llegamos a la ventana, me pare en seco haciendo que TaeHyung se regresará del brinco golpeándose contra mi pecho.
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Ventajas de ser invisible «y.m»
Fiksi PenggemarPark Jimin te cuenta su historia de las ventajas que le daba ser invisible. A tan sólo dieciséis años de edad comienza con una vida nueva totalmente distinta a la que un niño de alta sociedad se encuentra acostumbrado a vivir. ¿Qué pasará si las ve...