Capítulo 1

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Era un día lluvioso del mes de mayo. Sí, mayo. Se supone que deberíamos estar en primavera pero no, a la señora madre naturaleza se le dio porque debía haber días lluviosos en este mes. Pero... ¿Qué más da? Amo los días de lluvia, en realidad el problema era que acaba de salir del colegio, no solo mis libros se mojarían sino también mi uniforme y zapatos que tendría que usar al día siguiente. Apenas era lunes y no podía darme el lujo de enfermarme para luego faltar. Al principio pensé en correr pero bajo la lluvia podía resultar no solo problemático sino también peligroso, eso me llevó a la conclusión de que sería mejor caminar a una velocidad un poco más apresurada de lo normal. Finalmente había llegado al cruce de calles donde creí que sería más conveniente cruzar pero la vida parecía confabular en mi contra y aquella calle donde se supone que debía cruzar y  la cual  me llevaba al camino que siempre tomaba a casa, precisamente ese día y a esa hora los autos no dejaban de pasar. Me harté bastante rápido de estar esperando bajo la lluvia, así que seguí caminando, igual podría cruzar más adelante y llegar a mi casa pero debía pasar por toda la vía con los fastidiosos autos y demás, por eso cruzaba antes, porque podía pasar entre casas y tiendas y me resultaba un ambiente más tranquilo. Al fin pude cruzar, lo hice lo más pronto posible y me mantuve en la otra acera. En la esquina de estaba había una pizzería, girando en esa esquina y caminando un poco más estaba mi casa. ¿Qué suerte, no? Tenía una pizzería cerca de casa. Aunque realmente no iba a comer en ese lugar, mamá siempre preparaba algo en casa así que no tenía razones para comer allí. Mis ojos se iluminaron un poco cuando noté que en frente de la pizzería había una gran carpa y por unos segundos creí que podría resguardarme de la lluvia aunque en realidad no tenía caso ¿Verdad? No faltaba mucho para llegar a mi casa. Mientras me acercaba con pasos pesados al lugar porque mis zapatos estaban mojados, pude divisar que debajo de la carpa había un muchacho, parecía observar la lluvia. Lo que realmente hizo que fijara mi atención en él fue la forma en que la observaba, parecía que ponía un gran esmero y anhelo en observarla, parecía que fuese una de las cosas más hermosas que hubiese visto en su vida porque en su mirada había un cierto afán de capturarla y conservarla en su memoria... No parecía otra cosa más que para él, la lluvia era simplemente hermosa. 

De repente un penetrante olor a humo de cigarrillo me hizo arrugar la nariz. Detesto ese olor casi tanto como detesto correr bajo el sol y ¡vaya que odio correr bajo el sol!
El olor era algo confuso, supongo que por la lluvia y por las pizzas que se preparaban en el lugar, pero eso no quitaba que ese olor estuviese allí, por eso tapé automáticamente mi nariz con mi diestra y caminé un poco más rápido. Cuando estuve casi de frente con el chico disminuí el paso y pude observar su rostro, era muy guapo y su cabello era algo largo... Me pedí en él en cuestión de segundos, sin darme cuenta de lo estúpida que me veía con mi mano en mi nariz. Él no tardó mucho en percatarse de mi presencia y cuando me miró pude ver su camisa que tenía el logo de la pizzería; trabajaba ahí. Y para mi gran sorpresa el horrible olor a humo provenía del cigarrillo que este tenía entre sus dedos y el cual llevó a sus labios mientras arqueaba una ceja para luego de dar una calada y botar aquel humo que se esparcía rápidamente por el lugar. Al instante me di cuenta, lo hizo a propósito porque yo tenía la nariz tapada, seguro quería fastidiarme con ese terrible humo. Pero al contrario de enojarme me avergoncé, sentí que seguro me vio como una estúpida y que por eso quería fastidiarme. Caminé rápidamente saliendo de la carpa y cuando estuve bajo la lluvia nuevamente me percaté de que mis mejillas estaban calientes y mi corazón latía muy rápido. Sentí que aquél sentimiento de "vergüenza" había inundado mi cuerpo. Al llegar a casa no hice más que pensar en ese chico; ¿Cómo se llamaba?, ¿Por qué observaba la lluvia de aquella forma? Y lo más importante... ¿Qué me atraía de él?, ¿Fue su forma de observar la lluvia o su belleza? Sin importar qué, planeaba buscar las respuestas.  

Mientras llueve.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora