Desde que tengo memoria, mis padres han visto por mí, me han aconsejado y se han cerciorado de que yo haga las cosas correctamente. Yo nunca se los he reprochado, ya que he visto por todo lo que han tenido que pasar con mi hermana Georgina.
—Papá, nunca voy a estar lista para dejarlos, es de lo única que estoy segura —y lo estaba —. Pero en verdad me gustaría aprovechar esta oportunidad. Si tú me lo permites por supuesto...
Mis palabras salieron con fluidez y certeza. Lo que siempre había querido era viajar.
Mis padres y yo de vez en cuando salíamos a ciudades cercanas pero no más. El presupuesto a veces no era suficiente para viajes ostentosos.
—Realmente me gustaría estar contigo a donde quiera que fueras —decía mi padre con tanta ternura —. Cuidarte y guiarte todo el tiempo.
—Papi... —tomé sus manos maltratadas —. Y a mí me encantaría que fuera así, entiendo que la vida no es fácil, pero necesito aprender... necesito hacer esto SOLA.
El peso de mis palabras calló sobre el, cambiando su rostro a un modo severo.
—Tienes razón cariño —su mano rozó mi mejilla —. Tú ya eres una adulta y ni mamá ni YO, dudamos de qué harás las cosas lo mejor y humanamente posible.
— ¡Gracias papá! —lo abrace con estruendo. Sintiendo su cálido amor paternal, oliendo su varonil y avejentado aroma.
Fue ahí cuando la nostalgia en mi llegó. ¿Cuánto tiempo iba a pasar antes de que volviera a sentir estos abrazos y degustar este maravilloso y singular aroma? Sin duda iba a disfrutar todo el viaje y lo demás que me esperaba, pero siempre iba a querer volver y estrechar a mis padres. Ellos ya lo sabían y yo apenas me estaba dando cuenta.
Tenía a duras penas 4 días para preparar todo. Mis boletos, mis papales, mi equipaje.
— ¿Ya lista guapa? —llegó Ashley, más animosa que de costumbre.
—Pues que te digo — pause —. Siento que cuando este ahí, me acordaré de todo lo que olvidé.
Ashley rió.
—Con calma chica. Yo vengo más que preparada —dijo engreída, guiñando el ojo.
—Eres la mejor —le sonreí.
—Lo sé dulzura —infló el pecho —. Pero tú tienes lo tuyo.
Chasqueo la boca. Apuntándome con el dedo índice.
Su padre pagó para que mandaran su auto a California, claro, eso tardaría... pero por lo menos tendríamos en que movernos en una ciudad completamente distinta.
Las prisas llegaron. Todo mundo apresurándonos.
— ¡Ya es hora niñas! —gritó mamá.
Ash se había quedado conmigo, para que Fede no hiciera dos viajes para ir por nosotras.
ESTÁS LEYENDO
Amores imprescindibles #PStaxPV
RomansaDecisiones llegan y se van. Algunas son volátiles, pero cuando se trata del Amor, las desiciones suelen ser la más crueles y hostiles. Cuando Julia decide ser independiente, ella recibe los mejores consejos de sus seres que le aman. Buscar trabajo...