capítulo 11.- días de escuela

6 0 2
                                    

Alexis se había quedado dormido mientras lo trataban como un gato hogareño -deberíamos matarlo, esta descuidado- susurraba ark, -oye, no quieres acariciarlo, sé que te gustara- decía Itzel insinuando algún tipo de perversión, -pensándolo bien mejor larguémonos de aquí- dijo ark con sorpresa y susto -preferiría morir- amablemente comente yo, no quería estar cerca así que opte por salir al pasillo de la escuela -a este ritmo la batalla nos alcanzara pronto, según las noticias ha habido desapariciones por la zona- reflexionaba mientras veía el horizonte que si bien era inalcanzable era una hermosa vista, por las escaleras que conectaban al piso inferior subía una chica por una enredadera-¿de donde eres?, del club de teatro seguramente- ark corta la enredadera con su cola, haciéndola caer -no molestes, tal vez luego tengamos humor- decía ark mientras se retiraba, Elsy había caído al piso inferior -ese maldito- Elsy era descendiente de afrodita, pero no se había mostrado hasta ahora ya que no acostumbraba ir a la escuela, aunque solo fuese a causar problemas, al menos es lo que pensaba ark, Ángel la vio caer y fue a su encuentro -¿estás bien?, de seguro debió doler mucho, curare tus heridas- los ángeles a diferencia de Miguel y ark tienen la habilidad de sanar heridas, incluso llegan a salvar vidas al sanar heridas fatales, eso hace que las heridas por caída no representa un gran problema -gracias por cuidarme, ahora esfúmate- dijo con una gran sonrisa al usar lo que queda de la enredadera para azotar a Ángel contra la pared -por eso nunca ayudo a nadie- las habilidades de algunos opacan la fuerza de otros, pensaba Ángel antes de usar sus alas para cortar las enredaderas, mientras tanto Alexis descansaba en su pupitre actualmente podemos relajarnos, creyó que ark lo asesinaría mientras descansaba asi que sintió un poco de alivio al poder despertar, cada vez que estaba con Itzel se sentía seguro, tanto que incluso bajaba la guardia, tal vez no era más que una mascota hogareña si estaba cerca de ella, mientras tanto Gerardo seguía perdido en la magia que trae consigo el amor, el destino le favorecía, tal pareciera que esta primavera el amor estaba en el aire o al menos es lo que piensan los románticos, ya que para otros, el destino no les sonríe de igual manera y permanecen solos, sin embargo, la primera de muchas luchas se desatara pronto interrumpiendo la belleza de aquel momento -deberíamos destruir este mundo- comentaba ark emocionado por las batallas venideras, -aunque preferiría la paz- contrastaba lancelot, -entiendo lo que dices pero aún no ha pasado nada- decía pedro con frustración, .entonces no podemos dejar que eso nos detenga- discutíamos en un salón de clase con Marlon, al parecer era otro más de la escuela que aunque no poseía poder, se había dado cuenta de la existencia de los míticos y de los descendientes, al parecer no tenía ningún problema en aceptar su existencia, ya es el final del día de clases y cada uno regresa a su respectivo salón para recoger sus cosas e irse a casa, el tiempo apremia a los veloces

Guerra de dioses: el dios que se sienta a mi lado y la chica suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora