Eternos: Eren & Levi (editando)

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Una vez en la casa de Levi, este se puso a buscar todos los vegetales y utensilios que necesitaría para hacer la comida, o por lo menos, tratar de demostrar que sabía lo que hací ya que últimamente no se había estado alimentando muy bien gracias a todo el asunto de Eren, y salía casi diario por comida de restaurantes de comida rápida, descuidando totalmente su alimentación.

Mientras que Eren curioseaba por toda la casa, fijándose de vez en cuando en algunas fotografías puestas por todo el inmueble,  Levi le dijo en tono de burla:

-¿Qué pasa? ¿Nunca has visto una casa o que mocoso?

Eren pareció enfadarse un poco con aquella inofensiva broma de Levi, pero instantáneamente una sonrisa inundó su rostro; de alguna manera se sintió natural aquel ambiente burlesco que los rodeaba, así que de igual manera burlona y sarcástica Eren le respondió:

-Obviamente que he visto una casa antes, ¿donde crees que vivo?

Levi sonrió ante la respuesta: -¿Entonces porque actúas como si no? No dejas de ver a todas partes, realmente me estás preocupando.

Ignorando lo sarcástico, Eren respondió de nuevo burlonamente: -Es que esta súper limpia y ordenada, quien diría que serías un maniático de la limpieza, tan serio que te veías.

Levi decidió no responder y seguir cocinando para sentarse a charlar lo antes posible. Así lo siguió haciendo hasta que Eren terminó de examinar la pequeña pero acogedora casa y finalmente se paseó por la cocina. Al notar su presencia en la misma habitación, Levi se puso tenso y algo nervioso pero trató de ocultarlo. Había sucedido casi sin darse cuenta y quería creer que todo era producto de su mente desesperada, pero tras minutos en los que los únicos ruidos audibles eran los de hacía con los utensilios de cocina, supo que no estaba equivocado, podía sentir la mirada intensa de Eren en su espalda.

Eren miraba a todos los lados que iba Levi, le seguía con la mirada pero aunque quisiera no podía despegar sus ojos de aquel hombre, algo atraía su vista y con un esfuerzo sobre humano, trataba de no mirarlo. Pero siempre volvía a él, le era imposible no ver aquellas delicadas pero bien formadas caderas, sentía un deseo inexplicable por tocarlas, y no solo aquellas, si no que moría por recorrer cada parte de su cuerpo. Eren se sorprendió a si mismo por semejantes cosas que estaba pensando de Rivaille.

Aquel silencio era algo incómodo, pero tenia un aire demasiado familiar, hasta que Eren lo rompió de nuevo con su curiosidad a flor de piel: -ummm ¿vive solo o con otra persona?

A Levi le pareció extraño que preguntara algo así: -Por ahora solo yo, aunque casi siempre estoy fuera debido a la escuela.- Decía mientras soltaba un largo suspiro dando a entender que estaba un poco cansado y fastidiado de tantas preguntas. Sin embargo la curiosidad de aquel chiquillo no tenía límites:

-Oh, y ¿en qué curso va?- Decía el castaño para cambiar de tema, pues se había dado cuenta del largo suspiro del peli negro.

-Ultimo semestre de la universidad.- Respondió Levi sin más, dejando a Eren un poco asombrado pues no se veía más grande que él.

Dejando un simple "wow" en el aire, dirigió su vista nuevamente a las caderas del, ahora ya confirmado, mayor para empezar a imaginar demasiadas cosas con esas caderas. Levi lo notó de nuevo y esta vez un poco más fastidiado le dijo:

-oye mocoso, ¿qué tanto miras? desde hace ratos que me estás mirando.

-Nada, solo...solo que sus caderas se ven geniales con ese atuendo, hace que se vean mejores y... ¿deliciosas? ¿estaba apunto de decir eso? - calló de inmediato antes de que dijera algo de lo que se podía arrepentir.

Levi enrojeció de inmediato, tornándose su cara de un tono rojo carmesí muy fuerte, y volteó hacia otro lado que no fuera la cara de Eren. Instantáneamente recordó como el Eren de otra época sujetaba sus caderas, como recorría su cuerpo, aquellas manos tan grandes, que todo lo que tocaba en Levi ardía y se le antojó que esa época volviera, para poder tener a Eren solo para sí mismo.

Y cuando menos se los esperaba su amiguito también había recordado con nostalgia a aquel Eren, y pedía a gritos su ayuda. Justo en esos momentos tenía una erección. No lo podía creer. Volteó a ver a Eren por si había notado algo pero parecía entretenido con otra cosa.

Levi se dijo mentalmente: Tranquilo, respira, cálmate, piensa en otra cosa. mientras seguía en la cocina para no alarmar a Eren.

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Al final Eren y Levi se sentaron a comer lo que había preparado el pelinegro y charlaron un poco sobre ambos para matar tiempo.

Sin duda alguna, Levi seguía disfrutando de aquellas charlas con Eren, le encantaban sus fugaces ocurrencias, sus comentarios, su voz, todo de Eren.

No ha cambiado en nada. Pensó para si mismo dejando ver una sonrisa de satisfacción pero a la vez nostálgica.