Deja ya de habitar mi cabeza, pernoctando en las nubes de mis sueños; espiar mis pensamientos; siendo los sentimientos del karaoke de mi ducha; de entrar por todos mis poros viajando por mis neuronas; de recordarme tu abstinencia, desgarrando con tus restos mis arterias; deja ya de habitar mi cabeza, que eres muy grande para ella...