Capítulo 1

68 9 6
                                    


¡Todas mis historias son y seguirán siendo gratuitas, pero si lo deseas puedes apoyarme en Ko-fi!

ko-fi.com/iratxevk

************************************

Desperté sin recordar dónde había caído dormido, encontrándome completamente solo de madrugada en mitad de un bosque cuyas ramas me resultaban extrañas y donde los animales ululaban como humanos más que como bestias. Caminé y caminé abriéndome paso entre las raíces, esquivando las zarzas que amenazaban con rasgar mi vestido azul. Los roedores caminaban a mi lado como si yo fuera uno más, y tras una última capa de árboles coral...el castillo apareció ante mis ojos. Sus muros de piedra se alzaban por encima de lo que podía ver, y el agua del foso, guarida de monstruos marinos en la que no quería adentrarme, parecía no tener fondo.

Llamé dos veces a la puerta principal en busca de cobijo para pasar la noche; pero no obtuve respuesta alguna. Bordeé la fortaleza; y un viento huracanado, acompañado de una presencia cuya velocidad no podía ser humana, pasó por mi lado y me hizo detenerme. Un hombre con el pelo color luna y traje de chaqueta intentaba abrir una pequeña puerta -cuya existencia jamás percibí- mientras observaba su reloj de bolsillo, nervioso.

—Va a ser la hora...va a ser la hora...—le escuchaba murmurar

Me acerqué a él, pero en cuanto consiguió entrar al castillo su figura se desvaneció en la oscuridad del interior. Solo la puerta abierta quedaba ante mí...y me aventuré a dejarme envolver también por la penumbra, mucho más llamativa que los aullidos de los lobos del bosque, cuya rutina de caza comenzaba ahora. No había nada que pudiera alumbrarme; caminé a ciegas con mis manos pegadas a las paredes del estrecho pasillo, intentando no tropezar con mis zapatos de charol. Los muros finalmente se abrieron y llegué a un cuarto iluminado solo por la tenue luz de las velas, en el que una imponente mesa repleta de manjares captó de inmediato mi atención; provocando ruidosos borborigmos que provenían de mi estómago.

Aquellos dulces parecían decir "cómeme", aquellas copas "bébeme". Tomé una de aquellas enormes galletas que parecían insignificantes a comparación de la bandeja completa y me la llevé a la boca.

Nadie lo notaría, ¿verdad?

—Qué haces.—me di la vuelta, con la boca repleta de masa de galleta y vacía de palabras

Ante mí se encontraba un joven alto, diferente al chico del reloj, con rasgos gatunos y una camiseta corta que dejaba a la vista tanto su musculatura abdominal como la perforación de su ombligo. Su pelo largo y negro caía por sus hombros como si fuera tela muy fina...

—Yo...lo siento.—me excusé, y comenzó a reírse

—Está bien, puedes comer lo que quieras, este es mi castillo.—me tranquilizó

—¿En serio?—tragué antes de hablar

—Claro.—me tendió la mano—Soy Hiro.—se la estreché—Mucho gusto, Alicia.—un beso en mi mano

—Me llamo Yuuki.—me extrañó su gesto

—Disculpa.—su sonrisa se ensanchó, hasta un punto en el que pensé que su mandíbula no podía ser real—Come y bebe lo que gustes, me encargaré de ti esta noche.—me entregó una de las copas, me di la vuelta para coger otra galleta y había desaparecido

Supuse que habría ido a disponer una habitación para mí, así que me quedé comiendo, pero en cuanto la última gota se deslizó por mi garganta...todo se tornó negro. Desperté agarrado por los hombros, siendo arrastrado a través de un pasillo por un captor que desconocía.

Lycaon in WonderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora