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Sans atacaba otra vez y el alma de Frisk se partió en mil pedazos. Sans también sentía su alma tambalear. Era como estar matando a su último amigo, pero ya no era la Frisk que conoció. La mirada carmesí de la chica se fijó en el esqueleto de una manera vacía y soltó una carcajada escalofriante - ¡SAAAAAANSY VOLVEREE! - Sans sintió un escalofrío al escuchar aquella distorsionada voz ¿Cuantas veces iban ya? Quien sabe. Estaba cansado de aquel sin vivir infinito.

❤Continuar

Otra vez Frisk y su dichoso bucle temporal. El cuchillo de la chica se blandía con fiereza pero parecía titubear a ratos mientras su sonrisa sádica luchaba por no desdibujarse.
- Asquerosa asesina de hermanos - Huesos se abalanzaban sobre la chica atravesando sus extremidades aunque se volvió a levantar y todavía tambaleante volvió a atacar aunque sus pasos eran torpes y erráticos como si no quisiera ir contra el. A Sans le salpicó la sangre de la chica, sentía repulsión por ello, repulsión por haber sentido alguna vez amistad por ella, por estar dañando a alguien que fue tan cercano. "todavía creo en ti" que ingenuo pensamiento por parte de su hermano.
Otra vez atacó y Frisk quedo clavada al suelo por su estómago, se desangraba lentamente como tantas veces antes, pero algo se había roto en ella. Su sonrisa había desaparecido al contrario que las anteriores muertes. Sus ojos ya no brillaban en carmesí, ahora volvían a ser castaños aunque al esqueleto ya le daba igual, no tenía piedad que ofrecerle. Iba a dejarla desangrarse asta morir, sería lento y agónico igual que cada segundo de la vida ahora solitaria del esqueleto.
- S-Sans... Lo siento - Su voz sonó...a ella. Sans se giró sorprendido abrió los ojos en demasía al ver aquello. Lágrimas resbalaban por el rostro de la chica por primera vez en mucho tiempo, su mirada comenzaba a perderse. Parecía sincera, realmente arrepentida. - Matame - Su voz ahogada sonó suplicante pero no le daría el alivio de una muerte rápida. Solo se marchó del lugar antes de que la luz de la chica se apagase y esperando el próximo bucle que nunca llegó.

Era u lugar húmedo y oscuro, Frisk sabia que no estaba muerta pero deseaba estarlo. No merecía la vida habiendo arrebatado tantas. A sus diez años Frisk deseaba morir pero ahora mismo no podía moverse, estaba terriblemente dolorida. Su consciencia iba y venía constantemente. Había alguien a su alrededor de vez en cuando la curaba y alimentaba aunque ella se negara. Cada segundo en aquella oscuridad recuerdos pasaban por su mente, "ella" matando todos esos monstruos. Se sentía como un sueño, su cuerpo se movía solo pero ella no ponía resistencia. Solo quería volver a la superficie, aunque no merecía la pena a ese costo. Quería salir de la oscuridad de aquel lugar, aquella oscuridad la asustaba porque "ella" era fuerte en la oscuridad. "Ella" hizo lo que quiso con su cuerpo, era fuerte y tenía una determinación férrea al contrario que Frisk que ya no quería luchar. Pero no por ello merecía salir de ahí, pudrirse en ese lugar era algo lógico.
El tiempo pasaba sin referencias externas no podía saber cuanto exactamente, no distinguía días o noches.
Se oían pasos en el pasillo y la pesada puerta se abrió ligeramente dejando pasar algo de luz. El lugar era una sala excavada en la piedra.
- Deberías haber muerto - la solemne voz de Asgore sonó por la sala.- Pero no puedo ver morir otro alma - Asgore miraba esperando respuesta que nunca llegó. - Recapacita sobre lo que hiciste - Parecía un padre decepcionado. Cerro lentamente dejando una linterna, una luz en la oscuridad. Frisk no merecía aquella luz de esperanza. Se levantó por primera vez en todo aquel tiempo, se sentía mareada y débil, pateó la linterna.
"Animo Frisk, recupera tu determinación y reinicia la línea temporal"aquella distorsionada voz la invitaba a aquello varías veces al día"ellos son monstruos, no merecen vivir si entorpecen tu camino. Matemos a todos los que te han hecho daño" un botón se materializó frente a ella «Reiniciar» Frisk se sintió tentada de volver a empezar, hacer las cosas bien "todo volverá a empezar, podemos volver a matar a todos y matar de una vez por todas al esqueleto"
- No quiero volver a matar - aquella voz hizo un ruido de desagrado
"Esperaré, soy muy paciente" sonó enfada e inmediatamente Frisk se encontró en soledad por fin aunque algo llamo su atención apartandola de su pensamiento. Algo brillante ¿porque relucía en la oscuridad? Lo cogió comprobando que era una especie de colgante en forma de corazón. Se abrazó a el, en la oscuridad era su única compañía.

Había pasado tiempo. Mucho a juzgar por lo pequeña que le estaba la ropa y lo largo de su cabello. Pero le daba igual.
, esperaba su muerte. Asgore se acercaba por el pasillo, pero no parecía ser hora de ninguna comida.
- Niña, vas a quedar libre - Asgore vistió a la fuerza a la chica con una túnica marrón. - Escóndete, no dejes que te alcancen pequeña. - Frisk no abrió la boca, repentinamente quedo en la calle con una bolsa de oro, una túnica cubriendo su cuerpo y aquel colgante negro azabache en su cuello.

Grillby servía un bote de ketchup al esqueleto como cada noche Sans volvía a emborracharse para olvidar. Aquel día todos los monstruos estaban agitados, casi emocionados hablando entre sí.
- Ayer vieron a la humana cerca de Waterfall, mi amigo dice que le pudo dar una pedrada - Era el cuchicheo del día decían haber visto a la chica por varios sitios, pero Sans sabia que llevaba muerta ocho años.
- Dicen que todos los monstruos cercanos le dieron pedradas, espero que le acertaran - Sans escuchaba atento aquellas conversaciones. Tantos monstruos convencidos no podían estar equivocados, pero no quería creerlo.
- Acertaron bastantes, dicen que cojeaba y sangraba - Todos se alegraban de ello pero a Sans le recorrió un escalofrío ¿estaba viva? ¿Como? Se levantó dispuesto a marcharse, se había puesto de mal humor.
- Apuntalo a mi cuenta Grillby - El flamigero afirmo con la cabeza mientras el esqueleto salía, no le apetecía escuchar sobre aquella asesina.
Apenas unos metros separaban el bar de su casa pero fue en aquellos metros que vio un fantasma pasar, una verdadera horda venía hacia el y una muchacha poco más alta que el pasó corriendo a duras penas a su lado. Sans quedo paralizado, toda una horda de monstruos furiosos e inmediatamente después salió andando detrás.
No podía ser, no podía ser ella. Todos se agolpaban en la puerta de las ruinas, gotas de sangre teñía todo el camino hasta ayí. Todos golpeaban y gritaban en las puertas tenían palos y piedras. ¿No había respondido? La Frisk que el conoció no habría tardado en matar toda aquella gente. Tenía curiosidad por saber si realmente era ella y por ello se teletransporto al interior de las ruinas con intención de acabar con aquel rumor. El rastro de sangre continuaba en el interior del penumbroso lugar subiendo las escaleras hasta una pequeña sala. Sans cogió aire y abrió lentamente entrando a la defensiva por si atacaba, se escuchaban sollozos ahogados. Sollozos de alguien realmente aterrorizado, el lugar se veía abandonado menos la cama. Recorrió del cuarto encontrando el foco del ruido en un viejo armario y lentamente abrió la puerta. Sans abrió los ojos de par en par, era Frisk o eso creía pues la chica que ahora temblaba y lloraba aterrorizada poco tenía en común con la sádica chica de antes. Sus ojos castaños estaban cansados y asustados, estaba sucia y extremadamente delgada, en su rostro polvoriento se enmarcaban los surcos de las lágrimas y a un lateral de su cara una herida no paraba de sangrar. Algo se removió en el interior del esqueleto aunque el no quería admitirlo.
- ¿Frisk? - Esta tembló con más violencia, y tato de retroceder aunque no podía. Quería ver la herida parecía grabe, había dejado que la apalearan y no se había defendido, ni si quiera para evitar ser lastimada. - ¿Me vas a dejar curar esa herida? - No respondía, no hablaba, solo temblaba y lloraba esquivando la mirada del otro. Pero al intentar acercarse esta se exaltaba - Voy a tocarte para sacarte de ahí, solo hasta la cama - receloso cogió la muñeca de la muchacha y esta se dejó sin parar de temblar. - Muy bien, solo un poco más - estiró de ella, prácticamente no se sostenía en pie, era muy ligera a pesar de su tamaño. La arrastró hasta la cama pues ella no reaccionaba y el no confiaba como para cogerla en brazos. La luz no se encendía y no podía ver con claridad la herida - ¿tienes vendas o desinfectante? - la chica ladeo la cabeza débilmente al tiempo que su estómago rugía y Sans suspiro con desgana ¿por que le ayudaba?- Donde tienes la comida - Frisk apartó la mirada - ¡¿No tienes?! ¿Como puedes vivir así? - parecía haber dejado de temblar aunque seguía llorando ¿como había sobrevivido? Cuando volvió a centrarse en ella parecia haberse desmayado, sigue ojos entreabiertos miraban la nada. Sans se descubrió a si mismo sintiendo tristeza por aquella asesina, que estupidez. Pero algo en su interior no podía dejarla morir ahí. No sin obtener respuestas.

Undertale : Pacifista Genocida Pacifista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora