Espejo.

Hoy me he mirado al espejo en cuanto me he despertado, después de vestirme. He visto mi reflejo allí, el de un chico, y me he peinado con las manos y un poco de laca, hacia arriba, de modo que la parte alta de mi cabello no tape los lados rapados. He peinado la parte de atrás de mi pelo hacia abajo pasándome simplemente la mano una vez y me he mirado en el espejo mientras me lavaba las manos. Mi reflejo, era el de un chico moreno, de pelo castaño y ojos marrones, con un pendiente negro en forma de arete en la oreja derecha.

Tras prepararme el desayuno, he cogido el móvil; ya que estoy de vacaciones y no tengo mucho que hacer. Cuando he pasado por delante del espejo para tumbarme en mi cama, he visto el reflejo de una chica allí. Una chica de pelo corto, rapado por los lados.

Me he tumbado a escuchar música hasta que he tenido que salir. Me he puesto un sujetador, camiseta y pantalones cortos. Me he atado las zapatillas y he ido al autobús. Una persona de pelo corto me miraba desde el espejo retrovisor. Tenía un arete negro. Parecía indiferente a la dualidad.

De vuelta a casa, he vuelto a coger mi teléfono móvil. Estaban hablando por un grupo de WhatsApp. Una de ellas ha comentado que sólo hay dos chicos y todas las demás chicas.

Hay dos chicos. A parte de mí.

Ellos saben que también soy un chico.

A nadie le importa.

Han bromeado diciendo que en la universidad sólo se liga si eres lesbiana.

Parecen no tener en cuenta que para ligar gustándote las mujeres, a las mujeres les tienes que gustar tú. O que también existe la bisexualidad, o la pansexualidad. No sé.

Ellas se han reído.

Yo no.

Uno de los chicos ha dicho que no les discriminen.

Yo me he planteado si alguna vez tendrán en cuenta que, aunque a veces soy mujer, también soy un hombre. Me he preguntado si no sería más fácil hacer como si nada, vivir como mujer, olvidarme de que no me cuentan en el recuento de hombres, de que cuando separen por géneros no estaré en su grupo.

No por géneros, por sexos. A ellos no les importa el género. Por eso sólo me ven como mujer.

Todos los días me hago la misma pregunta.

Todos los días termino decidiendo que seguiré así.

Todos los días me expongo a que no lo entiendan, a que me discriminen por ello. Y todos los días tengo miedo.

Pero siempre fui valiente e imprudente. Y tengo las ideas muy fijas, o eso dicen.

Cuando me he acostado esta noche, un chico me ha sonreído desde el espejo.

Había una chica allí cuando fui a lavarme los dientes.