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Estoy tan débil. No soy de mucha ayuda. En absoluto. 

Millo y yo volvemos al campamento después de que me levantase del suelo. Me sentía como un Blitzle recién nacido dando sus primeros pasos. No estoy muy segura de por donde estamos yendo, pero confío en Millo. Haciendo la situación tan imposible como sea posible, también tengo un tobillo roto. Millo me tomó del brazo y lo envolvió alrededor de sus hombros. El bosque parecía terriblemente imposible de navegarlo a través, pero no tenemos opción. Por ahora, el sol está justo arriba de nuestras cabezas. Nos ha pillado en la hora de más calor, y en verano. Encima de todo, sin comer desde ayer.

Nos hemos perdido. Millo no tiene ni la menor idea de dónde estamos. Ni siquiera tenemos a nuestros pokémon para ayudarnos, ¡ugh! Estoy tan débil que no me quedan fuerzas ni para quejarme.

Decidimos descansar un poco. Millo me deja sola por un rato para buscar algo de comer. Menuda cosa. ¡Iris perdida el bosque! ¡Iris! ¡Yo! ¡Yo me críe en los bosques, es imposible que me pierda, sea cual sea! El bosque es mi elemento. Pero claro...En el estado en el que estoy...Me recuesto bajo la sombra del árbol y pasado un rato, Millo vuelve con una gran variedad de bayas comestibles. Comida...Ya era hora.

Nos damos el atracón y después de asentar un poco nuestra comida, Millo decide que es hora de volver a ponerse en marcha.

-Vamos a ir hacia el norte- dijo, mirando en la dirección (que supongo que es la correcta).

Me carga a las espaldas y caminamos (bueno, él caminó) por lo que parece una eternidad, tropezando con ramas y piedras para más inri. El sol empezaba a ocultarse. ¿En serio? ¿La mitad de un día entero perdidos?

-Millo, ¿cuánto falta?- Ahora estoy empezando a sonar como una niña.

Me fijo en él. A juzgar por su respiración pesada, está cansado. Nuestro camino es todo cuesta arriba, no es de extrañar.

-Según mis cálculos, debemos estar allí en cualquier momento, aguanta Iris- resopló. Me estaba dando ánimos todo el rato. A pesar de la situación, era el de siempre. Me alegro. En este momento no puedo evitar acordarme del espíritu de Ash Ketchum. Bueno...Yo no soy muy diferente a él, también tengo ese espíritu. ¡Sí! Vamos Iris, solo un poco más.

Puedo ver la luz que se rompe a través del follaje. Estamos casi. Puedo ver el fuego, oler el humo, y escuchar los gritos de Axew. Los gritos de Axew...¡Axew!

-Venga, aligera el ritmo, ¡ya estamos!- Grité empujando hacia adelante.

-Para ti es fácil decirlo- jadea Millo. El pobre...El deporte no es su fuerte, y encima tiene que cargar conmigo a caballito.

-¡Venga, Millo! ¡Vaamos! ¡Vaamos!- le animo. Está claro que me siento mejor.

Estamos tan cerca. Huelo el fuego, y algún tipo de quema de alimentos. Huele dulce y tostado. Lo más probable es que los alumnos del campamento estén haciendo sus hogueras. ¿Hogueras ya? Pero, ¿qué hora es? ¿Y nadie se ha percatado de que NO ESTAMOS?

Atravesamos los árboles. Allí estaban. Los demás muchachos del campamento y, a lo lejos, el pequeño Axew, desesperado porque nadie le hace caso. Seguro que ha estado todo el día buscando ayuda y todos lo han ignorado. ¡Ay, mi pequeño Axew! Me retuerzo encima de Millo y llamo a mi compañero.

-Iris, por favor, dejar de luchar. Estamos demasiado cerca del fuego y te puedes caer. Ya no tengo fuerzas para seguir sujetándote- me dice Millo.

No me importa, yo solo quiero llegar hasta mi precioso Axew. 

Demasiado tarde. Podía sentir como me resbalé lentamente de la espalda de Millo. Traté de agarrarme por mi misma, pero ya estaba cayendo.

Caigo en las brasas que rodean el fuego, quemándome el brazo izquierdo. ¡¡¡Que dolor!!! ¡Y nadie me ayudó! ¡En vez de gritar, hubiera sido más productivo que alguien me hubiera socorrido corriendo! 

Ya estoy perdiendo la conciencia de nuevo. Nunca debería haber venido a este campamento de haber sabido que pasaría por todo esto. Debe de ser que los ancestros de los dragones se han alineado para darme alguna lección, lo que no entiendo es qué he hecho.

Bah, simplemente quiero tomar un descanso.

Millo POV

Está viva, y eso es lo único que importa.

Tuvimos que empezar a movernos, pero el único problema era que no sabía donde estábamos, aunque estoy seguro de que el campamento está en el norte.

El tobillo de Iris estaba roto, así que no podía caminar. Tendría que llevarla a cuestas todo el camino. No importa, es bastante ligera.

Después de lo que me ha parecido una horrible eternidad en el que tenía que luchar contra mi poca resistencia física y sentimientos, por fin veo luz entre los árboles. Se trata de fuego. ¡Oh, no! ¿Heatmor de nuevo?  A medida que me acerco, empiezo a oler a nube quemada. Menos mal, solo se trata de una simple hoguera.

-Venga, aligera el ritmo, ¡ya estamos!- declara Iris, llena de energía. Será...

A pesar de que estoy tremendamente cansado, traté de hacer caso a Iris. Finalmente estábamos allí. Los chicos del campamento nos miran todos a la vez con aire sorprendido. Me pregunto qué pinta tendremos Iris y yo.

De pronto, Iris empieza a sacudirse en mi espalda y podía sentir como empezaba a deslizarse entre mis debilitados brazos, por lo que intento andar un poco más rápido y en una línea recta para llegar lo antes posible, en vez de ir rodeando a cada grupito que está sentado en sus fuegos. Maldita sea. Debería estarse quieta. Nuestros compañeros de campamento nos miran y algunos se levantan. Eso, una ayudita no estaría mal. Sin embargo, no acuden en seguida.

-Iris, por favor, dejar de luchar. Estamos demasiado cerca del fuego, te puedes caer y ya no tengo fuerzas para seguir sujetándote- le digo cuando pasamos por al lado de una de las hogueras.

Demasiado tarde. Puedo sentir sus uñas perforar mi piel, tratando de permanecer en mi espalda. Iris, no...Grito. Todos los allí presente gritamos. Iris se ha caído en las brasas de la hoguera. 

¡¡Aaagh!! ¡ODIO ESTE MALDITO CAMPAMENTO! 

¡No podemos tomarnos ni un simple descanso!


Wishfulshipping's storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora