BOSQUE SUEÑO EN PENUMBRA

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Había huido de las hordas infernales por lo que parecerían días, me sentía con miedo, un miedo que helaba la sangre, pero aún tenía que seguir, junte todo el valor que me quedaba y me dispuse a salir de mi escondite, por suerte para mi, mis perseguidores no me habían encontrado o eso creía, para cuando me percate ya era demasiado tarde, me pisaban los talones así que corrí, de nuevo trataba de huir desesperadamente (sin saber que corría a un peligro mayor), cogí mi arma y dispara para ganar tiempo, vacíe el cartucho de mi pistola, pero solo logre ganar unos segundos eran demasiados, -no quiero morir así- fue lo único que dije antes de resbalar y caer por un risco, el dolor era agonizante, pero aquellos monstruos que alguna vez fueron hombres se detuvieron, parecían no querer mover un músculo, así que aproveche eso y corrí, me estaba adentrando en una especie de bosque muerto, los árboles estaban secos, pero tenían hojas grises y oscuras como si la muerte se las hubiese llevado en persona, no tarde mucho en darme cuenta que debía salir lo más rápido posible, mi nuevo aspecto no solo me había transformado, sino que agudizó mis sentido, tenía que estar alerta en todo momento, pero aun así todo parecía estar en calma, estaba agotado por lo que me senté en la base de un árbol, dejé el violín en el suelo y me dispuse a cargar mi arma... -solo dos cartuchos, tengo que usarlas de forma más inteligente- dije con desánimo, no lo podía creer al fin un poco de paz sin nadie que me intentara asesinar, y sin saberlo caía presa de esa seguridad, pero estaba tan cansado que no le tome consideración, iba a dormitar cuando presentí algo, salte por instinto para alejarme del peligro, no sin antes tomar el estuche, saque la pistola mientras saltaba (cabe mencionar que había adquirido una agilidad y destreza sorprendente) cuando vi lo que parecía ser un ciempiés gigante, dispare pero me golpeo con su cola, choque contra un árbol y caí al suelo, en ese momento aquel espantoso insecto se acercó lo suficiente y antes de que me pudiera matar le disparé en la cabeza, un tiro limpio y aquel monstruo cayó muerto fue en ese momento que me levante sintiéndome triunfador, había logrado ganarle por lo que continúe adentrándome más y más en aquel oscuro y muerto bosque, me relaje por algunos momentos pero de las sombras un ataque surgió, eran tan veloz, que no pude reaccionar, me golpee contra un árbol y antes de que pudiera reaccionar una cola de serpiente que envolvió todo mi cuerpo, sentía que me estaba asfixiando poco a poco, aplastando cada hueso me estaba desmayando, en ese momento una figura humana que estaba conectada a la cola emergió, era una especie de mujer, -ja ja ja ja no eres tan rápido.... ¡desgraciado!- soltándome una bofetada, -esperaba más resistencia de tu parte- me estaba asfixiando, intentaba tomar un arma para contraatacar pero no alcanzaba nada, me estaba desesperando escuchaba el crujir de la madera, -bueno te empacare para llevar- dijo entre risas y me dio una mordida en el cuello inyectando una especie de veneno, todo se tornó oscuro... un golpe me despertó... pero no de mi captora, un chico con la cara destrozada y quemaduras por todo el cuerpo, vestía con ropa rasgada pero no le preste mucha atención, solo quería evitar otro golpe, cuando de la nada sacó un cuchillo y me lo enterró, -vamos, siente el dolor, el asfixiante dolor que yo sentí por tu culpa, muere y entonces controlare tu cuerpo- me aleje como pude y entre escupitajos de sangre dije -¿quién.... quien eres tú?- y respondiendo con un golpe en la cara -soy tu, la mejor forma de ti y no pienso morir por tu idiotez ahora muere- cuando me intento dar el golpe final lo detuve y me levanté -estoy cansado de pelear pero no por eso me dejaré matar- mis ojos se tornaron rojos como la sangre, toda mi ira estaba concentrada en matar a aquel ser, lentamente empecé a girar el cuchillo hasta que lo tuvo casi en la garganta -mira me, mira cómo te destruyo- al terminar la oración selle la existencia de aquel ser fue que desperté, seguía atado en el árbol, solo habían transcurrido algunos segundos pero yo ya no era el mismo, rompí el árbol y aproveche mi ventaja para escapar pero ella lo noto enseguida y me quiso volver a lanzar usando su cola, pero esta vez la esquive, esquivando sus ataques corría hacia mi estuche negro el cual se abrió antes de que lo tocase, el violín estaba listo para usarse, deje que él me guiase por entre las cuerdas, mientras que con mi agilidad iba marcando entonaciones más oscuras se escuchó salir una voz del violín que decía- este es el réquiem de la muerte- cuando ello pasó todo a mi alrededor se empezó a consumir más de lo que ya estaban, los árboles se volvieron polvo y la arpía que me intentaba atacar gradualmente moría, cuando pare solo había un gran desierto a mi alrededor, este es el poder, del violín del diablo.

guerra de dioses: el violinista del inframundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora