"Senpai en subasta."

- Capítulo Único. -

No sabían quien había sugerido tal idea, sólo sabían que el alumnado la aceptaba y por eso la subasta de estudiantes del tercer año del Instituto Kaijou comenzaba...

-Ya sé a quien compraré. - canturreo el alegre rubio as del equipo de baloncesto, sus compañeros desistieron siquiera de corregirle de nuevo, ese chico no entendía que Kasamatsu sería suyo sólo por un día y eso si lo conseguía.

Todos los años el Instituto recaudaba fondos para una obra benéfica, en esta ocasión sería para ayudar en el tratamiento de varios infantes enfermos, por esa razón ningún senpai desistió de ser comprado por sus kouhais. Iban a ayudar y eso lo valía todo.

Incluso Kasamatsu a pesar de estar apanicado pues su chillante novio podía fallar y no "ganarlo" seguía al pie del cañón por la causa.

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Así empezó la subasta, con varios alumnos avergonzados por sus compras y otros vendidos muy sorprendidos por sus compradores.

Un Nakamura bastante sonrojado terminó con un recién adquirido Kobori, aun impactado por su acción. También se había visto el puje reñido de un Hayakawa qué al final, sin querer había obtenido a un Moriyama que apunto estuvo de ser ganado por una de las chicas lindas del taller de teatro.

-Ensedio, do siento. - se disculpaba el castaño mientras el pelinegro veía como aquella chica se iba con su nueva adquisición. -Sodo quedía que ofeciera más.

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-El siguiente es el capitán del equipo de baloncesto. - anunció el profesor encargado de la subasta. -Kasamatsu Yukio.

Para sorpresa del mismo subastado, muchas chicas comenzaron a silbarle, acto que hizo que se sonrojara y causase chillidos alegres entre las mismas. Kise más que decidido saco su billetera, a su novio nadie se lo llevaba sin permiso.

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La puja había llegado a su límite, el rubio se declaraba ganador cuando...

-Dos mil yenes. - la propuesta de último minuto hizo que Kise se atragantara con su saliva.

-A la una, a las dos y... - el rubio trataba de calmarse y ofrecer una nueva suma pero los golpes de Hayakawa en su espalda se lo impidieron. -A las tres, vendido al joven moreno visitante.

-¡Aominecchiii! - gruñó, chillo ya no sabían bien, pues Kise había salido como de rayo sobre su ex amigo.

Eso era, su ex amigo pues se había atrevido a comprar a su chico.

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-¿Por qué? - cuestiono serio el recién adquirido pelinegro a Aomine.

-Huh, quiero un buen capitán aunque sea por un día. - respondió sin más, sonrojando al mayor de golpe y haciendo estornudar, lejos de ahí, a Imayoshi que se encontraba en una biblioteca.

-Me niego, Yukiocchi es mío. - se quejó el rubio que acababa de escuchar las palabras del moreno.

-Ya pagué, me lo llevo. - atrajo al más bajo hacia él. -Sabes que te lo cuidaré muy bien. - sonrió malicioso. -Volverá a ti, si él quiere, al final del día.

No podía negar que el rostro de enojo de Kise más ese puchero infantil que colocó le hizo sentir bien, pero tampoco podía negar que no podía bajar la guardia con Aomine, ¿por qué se había aparecido para comprarlo?

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-Juguemos un one vs one. - le había soltado el peliazul cuando ya estaban muy lejos de Kaijou. -Después te digo la siguiente parte de tu tarea.