Virtual Memories • YoonMin

07°

[ Yoongi ]

Me quedé simplemente atónito mirando al niño que aparecía en la pantalla. Debía tener como 12 años. No entendía que hacía yo en una videollamada con un niño.

¿Me habré equivocado de facebook?

Chequé el vínculo de la videollamada; decia Park Ji Min. Definitivamente no me había equivocado de persona, entonces...¿Que significa esto? Estoy tan confundido.

—   ammmm...hola.

Fue lo unico que se me ocurrió decir. No me imagine estar en esta situación, diablos; no sabía que demonios tenía que hacer.

—   Hola.

Contestó aquel niño, tranquilamente.

¿Ese niño podría realmente ser Jimin?

—   ¿Tu eres...Park Jimin?

—   Si, yo soy Park Jimin.

Abrí los ojos anonadado. ¿De verdad es Jimin? Pero si ni siquiera su voz sonaba igual a la que acababa de escuchar por telefono.

¿Que mierda estaba pasando?

—   Tu...pequeño des...

—   ¡Ok, ok! Creo que ya es suficiente.

Oí una voz muy familiar proveniente de la pantalla y una figura aparecio de un costado de ella. Era una persona, pero solo le veía el torso.

Entrecerré los ojos mas confundido si se podía, hasta que esa persona se inclinó hacia abajo dejando ver su rostro. Volvi a abrir los ojos.

Espera...¿Que?

Reconocía esos rasgos, pero...había una gran diferencia.

—   Gracias por ayudarme Jihyun. Lo hiciste muy bien. Puedes desayunar mi cereal mañana.

¿Ahora que diablos estaba pasando?

—   Gracias Jimin hyung. Adios Min Yoongi hyung.

Se despidio de mi, aquel niño, agitando su mano frente a la computadora. Yo aun sin entender nada, le devolví la acción moviendo levemente mi mano de un lado a otro. El niño hizo un movimiento bajando de la silla y desaparecio de la pantalla. Se oyó una puerta cerrarse y el otro chico se sento mirando hacia la pantalla. Me quedo viendo unos segundos. No puedo describir bien que mirada era, pero me hizo sentir escalofrios. Sentí que mis mejillas ardian sutilmente debido a su mirada. ¿Que me estaba pasando?

—   Deja de mirarme asi.

La forma en la que dije eso fue mas en tono de amenaza que otra cosa. El sonrió apenado y bajó la cabeza asintiendo.

—   Si, lo siento. Es que...

Volvío a levantar la mirada hacia mi, sonriendome suavemente.

—   Te queda muy bien el color menta.

Fue casi el mismo cumplido que me hizo mi madre hace unos momentos, pero se sintió...diferente.

—   Lo se.

El sonrió divertido por mi respuesta y agitó la cabeza.

—   Que arrogancia.

—   Eres un idiota.

—   ¿Yo? ¿Por que?

Pregunto el sin vergüenza despues de lo que acababa de hacerme.