Barman |N.H.| Terminada (En edición)

12. Hola... (Final)

El semestre finalizó con éxito. Estaba en la cúspide de mi objetivo y ahora me dedicaría a descansar de lo mejor.
Había días en los que estaba aburrida y miraba por la ventana para luego enterarme de "chismes" del vecindario. Por ejemplo, la casa de enfrente, donde vivía Marcus junto a sus familiares, fue desalojada hace más de dos meses y hasta ese momento yo no lo había notado. Otra familia había llegado a habitar el lugar, incluso Alice se había hecho amiga del nuevo muchacho de enfrente. Aiden era su nombre  y se llevaba demasiado bien con mi pequeña hermana. Hacían grupos de estudio, salían al parque y demás. Alice estaba superando a Harry y con ello a Elliot.

Mientras tanto, yo intentaba superar a Niall. Jen me mantenía ocupada, me platicaba nuevas cosas, me ponía al día con la música o alguna noticia sobre Harry Potter. Mis pies estaban sobre la tierra gracias a ella; así sería durante las vacaciones.
Un mes después, salí a la plaza con algunas amigas de la preparatoria; tomaba el aire y pensaba en otras cosas muchas veces superficiales o fantasiosas. Iba al cine, a tomar un helado, a visitar algunas tiendas aunque no comprara nada. Me divertía mientras me distraía con otro tipo de actividades.

...

La mitad de las vacaciones se habían pasado lento y algunos de los días eran aburridos, así que Jen me invitaba a tomar un café en el lugar de siempre, incluso ahí conoció a un nuevo chico que a primera vista tenía un parecido con Liam. El chico estaba sólo, sé acercó a la mesa cuando me levanté a rellenar mi taza de café.

—Hola amiga de Jen—me dijo el chico sin quitarle la vista a mi amiga.
—Hola—dije extrañada mientras me sentaba sigilosamente. Ambos estaban embobados uno en el otro. El momento era incómodo y a la vez gracioso.
Terminé con mi café y me despedí de aquel par. Salí caminando del lugar, eché mi bolso al hombro y seguí un sendero hacia las escaleras que llevan al tren subterráneo. Justo cuando estaba por bajar las escaleras, alguien gritó mi nombre detrás de mi. Me giré y vi a Ryan en su lujoso auto último modelo.

—Sube, te llevo a casa.
—Gracias, pero estoy bien—le dedique una sonrisa.
—Anda... Sube.

Suspiré y subí al auto. Traía el estéreo a un volumen considerable, pude escuchar la canción que sonaba: We don't talk anymore. Grabé el título en mi mente para luego buscarla en casa y escucharla con más atención.
Ryan me echó un vistazo y yo le imite:

–¿Qué?—cuestioné.
—Tu mirada es triste y ya no sonríes tanto.
—Estoy algo cansada, eso es todo.
—¿Quieres ir a comer pizza?—dijo mientras se detenía ante el semáforo en rojo—. Yo invito. Como amigos.
—Ok.

Ryan condujo durante diez minutos más, aparcó el auto en frente a un pequeño restaurante y rápidamente bajó para portarse caballeroso conmigo. Al entrar al estableciemiento, una mesera se acercó a tomar la orden.
Mientras esperábamos la pizza presté atención a la música de ambiente en el lugar, ahí estaba de nuevo la canción que escuché en el auto. Era una coincidencia.

Al terminar de comer la pizza, Ryan me llevó a casa sin antes besar mi mejilla delicadamente. Entré a casa, busque la canción y la escuche con tanta atención que incluso lloré al escuchar la última línea. Subí a mi recámara y sobre el escritorio había un arreglo floral, me acerqué y vi que tenía una nota:

Son hermosas, ¿no crees?
Espero te guste el presente.

-

Busqué a Alice en su recámara y la encontré jugando Turista con Aiden.

—Alice...—miré al chico—. ¡Hola, Aiden!
—Ellie, Aiden está a punto de perderlo todo–río—. Un poco más y tendrá que rendirse. ¿Ya viste lo que te llegó?
—Sí. Eso venía a preguntar; ¿quién las trajo?
—Un chico—exclamó Aiden—. Yo las recibí.
—¿Ya leíste la nota?—pregunta Alice.
—Ya, pero no dice quién las envía.
—Debes tener un admirador secreto—río Alice y Aiden imitó.