Solo estoy aqui, sentada, escuchando con atencion lo que a mis oidos susurraban. Era una voz... inexplicable... que murmuraba con sigílo y emoción, lo que estaba justo por suceder.
Y ahi estaba yo, con aquel cuchillo en mi mano, tan hermoso y labrado a mano, con la sola intencion de enterrarlo en la cabeza de ella...