Antes de iniciar la historia me gustaría decir que no se porqué me cambio mi introducción o mi descripción de la historia y me cambia palabras al ingles... pero bueno ahora los dejo para que lean este primer capitulo, solo les recuerdo que pueden leer esta historia aquellos que vieron los OVAS de Hellsing ya que si no deseas spoilearte cierra este fic y ve a ver los OVAS. A y antes de que se me olvide, si buscas una historia corta lo siento pero esta historia no es la indicada para ti.
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Esta historia centrará en la ciudad de Londres 30 años después de aquel trágico incidente ocurrido, cuando Millennium le declaró la guerra a la organización Hellsing para destruir a su carta de triunfo, El príncipe empalador, Vlad Tepes, Príncipe de Valaquia, mejor conocido como Alucard (Drácula al revés).
Una noche acogedora y realmente tranquila en la cual no había ni una sola misión pendiente ya que los ataques de los vampiros se habían cesado extrañamente hacía ya más de un mes así que relativamente todo estaba completado. Sir Integra se encontraba descansando plácidamente en sus aposentos ya que no había realmente nada que la preocupase, una brisa de intenso frío comenzó a propagarse por la habitación pero lo que más se podía notar era aquella sensación de tensión y curiosamente indescriptible, era molesta y le helarían la sangre a cualquiera. Una sombra se acercaba a la cama en la cual Integra descansaba, aquella sombra a cada momento en el que se acercaba a la cama iba tomando forma de un hombre de complexión delgada a la par que figuraba alguien alto. Desgraciadamente la oscuridad no permitía ver absolutamente quien era aquel hombre, monstruo o cualquier cosa que fuera esa sombra.
Aquella sombra mostraba una sonrisa macabra al acercarse al cuello de la mujer que descansaba en la cama, la mujer de rubios cabellos no respondió de la forma más tranquila y de debajo de su almohada sacó una pistola de la cual disparo hiriendo al hombre, se recargó en el ventanal de la habitación sentándose en el suelo y mientras la joven se acercaba a ver a su agresor furiosa, este no dejaba de lado aquella sonrisa maquiavélica y burlona, cualquiera hubiera dicho que se reía de ella, de sus acciones mas no era así.
-Sigues siempre con la guardia baja Sir Integra- aquel hombre se reía por lo alto descaradamente.
El hombre recargó completamente su espalda al igual que su cabeza para ver a los ojos azules de aquella mujer, la cual le había disparado sin pensárselo dos veces.
Al escuchar aquel disparo Seras Victoria se apresuró a llegar a la habitación de su ama para asegurarse de que estuviera bien, entró a la habitación abriendo la puerta de una patada dispuesta a dispararle a todo aquello que se moviese o que simplemente tratase de atacar a su ama. Al entrar ni ella misma se pudo creer lo que estaba viendo, pensaría que sus ojos la engañaban si aún fuese una humana pero ya no lo era así que decidió a creer lo que sus ojos le mostraban, dejó su mirada enfocada en aquel hombre que era bellamente alumbrado por la luz de la luna que entraba por aquel ventanal enorme.
-¡¡Maestro!!- gritó para sus adentros, se alegraba inmensamente de ver al hombre por el cual había llorado su partida hacía ya más de treinta años.
Aquel vampiro pareció ignorar a la pequeña Draculina y solo enfocar su atención total en Integra la cual aún seguía a la perspectiva de lo que aquel hombre hiciese hacía con ella. Ella se acercó al hombre y se paró de forma imponente frente a él esperando una respuesta de su inoportuna llegada.
-¿Sabe? no he tomado ni una sola gota de sangre en estos largos 30 años...-decía burlón y sin descaro continuó hablando- ¿Por qué no mejor reanuda mi contrato?, Sir Integra Fairbrook Wingates Hellsing- comentó aquello con una sonrisa maliciosa y una mirada de codicia consigo.
-Está bien Conde...-decía aquello circunspecta, llevando uno de sus dedos a su boca para morderlo con fuerza y hacer que este tuviera una pequeña herida de la cual brotaba aquella sangre.
-Gracias Condesa mía- aquel vampiro al ver lo que hizo la mujer de rubios cabellos sólo puso su rostro debajo de la mano de la misma esperando a que aquella gota de sangre tocara su larga lengua, sin pensarlo más Integra le dejó caer sólo una gota de su sangre para renovar su contrato.
La pequeña Draculina que aún se encontraba dentro de la habitación viendo aquel espectáculo con dejo taciturno, pensó que hacía mal el estar ahí en ese momento, pero no sólo en eso estaba pensando... a decir verdad el pensamiento que gobernaba en su mente era aquella palabra que uso su maestro hacía con Integra, aquella simple palabra comenzó a generar un dolor en su corazón, y a pesar de que su maestro le dijera que ya no era una humana ella aún poseía aquellos sentimientos propios de un humano, se sentía débil frente al príncipe de Valaquia.
-Será mejor que los deje hablar a solas...-se quedó sin habla como si un nudo en su garganta no le permitiese sacar ninguna otra palabra.
Su mirada a pesar de los años sus ojos, ahora carmesís, denotaban un brillo tremendamente hermoso al ver a su Amo pero ahora pareciese como si su corazón se encontrara apesadumbrado. Optó por salir de la habitación de Integra y dirigirse a la habitación propia.
-Mi maestro ha vuelto...-comentó tristemente para sí misma, deseando que su maestro no leyera sus pensamientos en esos momentos, ella no deseaba que supiera lo que realmente le acongojaba su corazón.
Al pasar los minutos que le sabían a horas pudo llegar a su habitación después de pensar todo aquello que nublaba su mente de esa forma, cuando por fin pudo llegar a su cama y lo único que hizo fue arrojarse a ella y tomar su almohada con la cual cubrió su rostro.
-Condesa...- apenas aquellas palabras salieron de su boca para que ella se partiera en mil pedazos y comenzara a llorar llenando de sangre aquella almohada blanca y que esos sollozos se escucharan por toda su habitación. Trataba de ahogar lo más que podía sus llantos para que nadie pudiera escucharla, en ese momento no deseaba dar explicaciones a nadie, solo deseaba poder sacar todo el dolor que estaba dentro de su corazón.
Mientras tanto en la habitación de Integra se suscitaba una charla no tan amena entre aquellos dos individuos.
-Es bueno saber que has vuelto Alucard sin embargo ahora que has vuelto necesito que regreses a tu trabajo y que te encargues de las misiones que a Victoria se le dificultan en gran medida- comentó de forma circunspecta viendo al conde de manera firme para que este no jugara con lo que ella decía como era la costumbre del él.
-Así lo haré Sir Integra- lo dijo en un todo de respeto mientras se levantaba del suelo para hacer una pequeña reverencia retirando el sombrero de su cabeza y ponerlo contra su pecho.
Integra que en ese momento se encontraba en pijama decidió darle la espalda al Vampiro para dirigirse a su cama y volver a descansar, a la par en la que regresaba a su cama le hizo una señal con la mano pidiéndole que este saliera inmediatamente de sus aposentos, el vampiro entendió el mensaje e inmediatamente se retiró sin rechistar y desapareció entre las sombras que cubrían la habitación entera.
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Por fin terminé el primer capítulo después de tanto tiempo, espero les haya gustado y como dije anteriormente trataré de escribir pronto el segundo capítulo lo prometoooo
Promesa de sangre.
Recuerdo, los personajes no me pertenecen sino que son de Khota Hirano perteneciendo a la Serie de Hellsing (gran serie por cierto) La trama es 100% mía cualquier parecido con otra historia es mera coincidencia que nunca me a gustado que roben historias de otras personas así que los derechos de esta historia son completamente mios.
El nombre del fanfic la saque de una canción de Mägo de Oz que se llama Mis Demonios y me recordó de igual forma a Alucard y a Victoria por lo que dice.
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MIS DEMONIOS (AxS)
FanfictionQuien diría que el simple descuido de uno serian las recompensas del otro. -Y sólo ahora comienzas a culparte de su ausencia, ¿No es así mi querido Alucard? - -¡¡Pagarás!! ¡¡Te juro que pagarás maldito bastardo!! - -La que pagará será ella, pagar...