Miércoles 15 de Septiembre

64 10 7
                                    

Eran las seis y media de la mañana cuando le dieron el alta a James.

-¿Estas seguro de que quieres ir al instituto? Será mejor que descanses...
-Mia, me encuentro perfectamente. Además, creo que ya he perdido bastantes clases...
-Tienes razón.
-Tu madre parece que te quiere mucho. Ha sido muy simpática al traerte la mochila y algo de ropa...
-No te creas, sólo le pillaba de paso, pero sí, ha sido un detalle aunque no me haya dado tiempo a cambiarme.
-Nos da tiempo de ir a mi casa y desayunar algo antes de ir al instituto, ¿qué te parece?
-Genial. Necesito una ducha. ¡Parezco un mapache!
James se quedó mirándome fijamente hasta que explotó en risas y me extendió su brazo atrayendome contra sí, como si fuera una niña pequeña tratando de despeinarme más de lo que ya estaba.

Subimos al taxi que minutos antes habíamos pedido y nos llevó a casa de James. Mi madre había sido tan inteligente de haberme metido ropa interior y un pantalón de chandal... ¿hola, soy la única que utiliza camisetas? ¿Que podía hacer? Estaba en el cuarto de baño de James sin saber cómo taparme o que hacer...

-¿James...?
-Sí, dime.
-Tengo un problema...
-Vaya...¿quieres que baje rápido a buscar un hiper abierto? No me da vergüenza ir a por tam... ya sabes.
-¿Qué?
-Sí, ya sabes, no me importa ir. Voy rápido.
-¡No! James... no es eso. Sólo es que, a mi madre se le ha olvidado meterme una camiseta...
-Ah, no te preocupes. Yo te dejo una mía si quieres...
-Sí no te importa...-Prefería ir con una camiseta ajena a ir paseandome por ahí semidesnuda.

James me pasó por una pequeña rendija de la puerta una camiseta blanca en la que ponía Levi's en rojo. Me la puse, y como era de esperar, se notaba a simple vista que no era mía, pero era eso, o nada. Podía sentir el olor de suavizante y su aroma mezclados. Era todo lo contrario al aroma de Alan. Terminé de peinarme el pelo mojado y salí del cuarto de baño. James se me quedó mirando fijamente.

-Sí, lo se. Parezco, no se ni que parezco.
-No seas tonta, te ves realmente bien. No pareces tu...
-Me imagino. Gracias por la camiseta.
-Anda, vamos a desayunar. He hecho tostadas y colacao... como ayer no te vi con el café, no he querido arriesgarme.
Tomé una tostada y le sonrí.
-Menos mal, detesto el café.

Terminamos de desayunar y nos fuimos. Tuvimos que coger el metro ya que la moto de James no sabía dónde había quedado después del accidente.
Todo el vagón estaba abarrotado de gente, lo cual hizo que pasáramos todo el viaje de pie, frente a frente. La situación era un tanto incómoda ya que estábamos demasiado pegados aunque sinceramente no me importaba lo más mínimo.

Llegamos juntos al instituto y todo el mundo nos miraba. No se si era porque llevaba conmigo una camiseta de James o la chaqueta de Alan. Aunque a decir verdad, la ropa era bastante cómoda  y no quedaba demasiado mal.

-¿Te has fijado que todo el mundo nos mira?
-Tu también te has dado cuenta eh... pasa de ellos.

Las clases se me hicieron eternas aunque en la clase de matemáticas conocí a una nueva compañera, Rachel. Resulta que compartimos el mismo odio por las matemáticas. Pasamos toda la clase diciendo lo aburridas que eran y contando las veces que escupía el profesor. Al final del día, vi como Brandon me esperaba a la salida de mi última clase.

-Mia...
-Ay no, ¿esta vez que ha pasado?
-No, nada... sólo quería hacerte unas preguntas...
-Suenas como si fueras un policía... te prometo que no he tirado la comida cuando nadie me miraba. Sabía a rancio...
Brandon estaba bastante serio, así que me ahorré las bromas.
-Brandon enserio, no me asustes.
-No, no es nada... grave, creo. ¿Podemos hablarlo más tranquilamente en otro lugar?
-Sí... claro. Tengo que llevar a Vozka
al veterinario. Si quieres acompañarme y después comemos juntos...
-Vale. Vamos. Yo te llevo.

Los minutos que estuvimos en su coche fueron demasiado incómodos. No sabía que narices le pasaba por su cabeza como para que se estuviera comportando así. Si es cierto que últimamente ha estado diferente. Tampoco es que le conozca de mucho tiempo pero se que conmigo no era así...

Llevamos a Vozka al veterinario y le pusieron las correspondientes vacunas. No pude evitar pensar que a cierta persona llamada Elisabeth podría venir para que también se las pusieran, aunque no era lo más relevante en ese momento. Le compré una correa y una pequeña pelota que no quería soltar.

-Qué bonito es.
-Sí, ¿verdad?- asintió y me volvió a preguntar.
-¿Te apetece que compremos bocadillos y vayamos a un parque natural? Así podrá estar Vozka...
-Me parece perfecto Brandon, pero me estás asustando con tanto misterio.
-Vayamos rápido, que además por si no has escuchado, mis tripas piden comida...

Finalmente acabamos en un restaurante en el que pedimos un par de bocadillos y bebida. Continuamos caminando un poco más hasta llegar a un parque natural. A esas horas del día, había un poco de sol aunque hacia fresco. Tampoco es que me pudiera quejar. Todo a nuestro al rededor estaba limpio y con un color verde increíble. Habían varias parejas sentadas dándose el lote, otras personas estaban corriendo al rededor del pequeño lago y algunas paseando a sus perros. El ambiente estaba cargado de paz y tranquilidad.

-Bien...¿ por donde empiezo...?
-Ve al grano, por favor.
-¿Tu padre como se llama?

¿Qué? ¿A que venía esa pregunta? Además, mi padre, si es que podía llamarle así, era un tema del que no me gustaba hablar precisamente...

-Oye Brandon, no me apetece...
-Se llama Dean, ¿verdad?
-Tú... como... ¿como sabes eso?
-Mia, compartimos el mismo padre...

--------------------------
Hola! Para los que estéis aquí leyendo esto ahora mismo, muchísimas gracias. Espero que os este gustando.

Si es así, dejadmelo saber dándole a la estrellita y dejando vuestra opinión en los comentarios.

Se avecinan grandes cambios...

Besos.   

-N.

El diario de MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora