A pesar de lo que Naruto le había dicho, él no podía dejar de pensar en la persona que debía estar ahí en el parque, vigilándolos. Se tensó en toda la espera, por cada murmullo, cada chillido que salía de alguna parte del parque, él giraba instantáneamente como un perro asustadizo.
Metió sus manos entre los bolsillos de su chamarra para evitar tentarse a tocar aquel pequeño cuchillo que escondió entre sus botas, un requerimiento que Naruto y Sai le habían puesto como costumbre después de un atentado a su persona.
Flashback
-Y es por esto que nunca dejes estar desprotegido –bramó, jalando con fuerza la cinta aislante con la que le habían envuelto la boca-. ¿Qué crees que hubiéramos hecho si te mataban? Iruka y Kakashi no nos dejarían en paz jamás.
Sasuke tembló en su sitio, mirando las gotas de sangre que se le habían esparcido por toda la cara al rubio. Sus ojos, que debían ser azules como el cielo, tenían aquellos toques rojizos que solo aparecían cuando sus niveles de adrenalina aumentaban. Sai estaba parado a su derecha, sonriendo como siempre y cargando algún riñón que había cogido por ahí.
-¿Crees que Iruka me deje estudiar esto? –le preguntó al rubio, y Naruto asintió.
-Escóndelo junto con los repollos en la parte inferior de la refrigeradora, nadie se acerca a ellos jamás.
Ese día, se había enfadado con el Umino porque ya no soportaba que cada rato prefiriera ir con Sai a ayudarlo con la escuela, como su compañero de equipo. Había estado tan furioso que había decidido ir a la casa de Naruto en transporte público para entrenar sin avisar a nadie, y cuando menos lo esperó, un grupo de tipos vestidos de licras lo habían rodeado en un parque.
-Tenemos a uno –habían susurrado por un telecomunicador, como el que le habían dado aquel día en el estacionamiento-. Está solo, lo llevaremos.
Se alertó con las palabras, y empezó a correr en dirección a la escuela como si su vida dependiera de aquello. Pero estaba rodeado, y antes de poder poner un pie fuera del parque, tres de ellos saltaron a su espalda y le colocaron aquel pañuelo con cloroformo. Era como domar su cuerpo, poco a poco los ojos empezaban a pesarle, y aunque su mente le gritaba que no se durmiera, toda sensación era acallada por la droga.
Cuando se despertó nuevamente, Naruto estaba delante de él evitando que lo mataran y cubierto de sangre ajena.
-Gracias a Sai –susurró cuando estaba cerca de él-, supe que habías intentado escapar. ¿Eres un idiota o qué? Si piensas irte solo al menos lleva contigo algo de lo cual defenderte.
Desde ese día aquel cuchillo y él eran uno solo, no había momento alguno –talvez solo en la ducha- donde se separaban. Hasta para dormir solía colocarlo en su mesa de noche, junto a las revistas. Era el recuerdo inminente que él también estaba en peligro, que todos estaban en peligro.
Fin del Flashback
-Pueden subir –dijo el chico que les había impedido hace algunos minutos.
Naruto lo cogió del codo y empezó a jalarlo al juego, pasando de largo a sus amigos quienes intentaban mantener su almuerzo dentro de sus estómagos. Había estado tan pendiente de lo que sucedía que no escuchaba nada de lo que el rubio le informaba, ni siquiera entendió cuando le dijo que tuviera cuidado o se golpearía la cabeza con la barra de seguridad.
-Maldita protección –bramó después de caer sobre su asiento de espaldas, sobándose la frente.
-Realmente debes relajarte, no puedes alertarlos –insistió, sujetando las barras.
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Buscado por amar
Fanfiction(Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) (Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) (Cancelado. Rehaciendo en nueva cuenta) Siempre fue tratado como un ser sin corazón. Desde su más reciente vasallo hasta sus altos mandos, todos creían que tarde o tempr...