La Cruz de San Pedro

Un misterio doble

Sábado 4 de mayo 1:00 am
Casa del oficial Joseph

Durante el resto del camino Alfonso estuvo callado pues existían tantas dudas que le abrumaban.

Cuando llegaron se estacionaron una cuadra antes por precaución. Al bajar ambos del coche Alfonso le preguntó a Robert-¿Estás armado?.

Robert recordó que había perdido su arma en algún punto de la noche así que su respuesta fue no. Alfonso le entregó una pequeña pistola MK22 y se dirigieron al objetivo.

La casa era de un solo piso con patio trasero y se veía muy costosa para el sueldo de un policía. Las luces estaban apagadas.

Entraron por la puerta que había en el patio trasero pero a pesar de no esperarse encontrar a Joseph, lo hicieron, de hecho estaba en la sala recargado en una silla frente a una pequeña laptop, solo que había un pequeño detalle...

Estaba muerto.

Tenía un corte profundo alrededor del cuello y la sangre aún no paraba de brotar. En la laptop estaban abiertos dos correos. Uno por parte de una compañía televisora que le daba unos últimos detalles de la conferencia de prensa de mañana pues al parecer él organizó el evento por ordenes del obispo y eso explicaría su cita, este correo fue enviado a las 5:00 de la tarde del viernes.

El segundo correo era por parte del obispo enviado una hora después del anterior que decía lo siguiente:

Amigo mío, empiezo a tener por mi vida pues los hechos recientes me dan el aviso que quizás lo que tengo que decir mañana nunca llegará a los oídos de nadie. Por eso te pido que busques a Rosa Elena Crespo, dile que vas de parte del secreto mejor guardado, ella te dará más instrucciones a partir de ahí, que Dios te guíe hermano.

Robert extrañado dijo-Rosa Elena Crespo...-y susurró-la misma de la última transferencia bancaria del obispo.

-Ese nombre ¿Dónde lo leíste?-dijo Alfonso sorprendido.

-Aquí dice que Joseph la tenía que buscar en caso que algo le pasara al obispo.

-Debemos darnos prisa-dijo Alfonso mientras empezaba a ir a la salida de la casa.

-¿Sabes donde está?-dijo Robert mientras le seguía el paso.

-Asi es, y lo más probable es que quien haya asesinado a Joseph también lo sepa, y si todavía no...-dijo Alfonso con preocupación-lo hará.