"Yo soy un muñeco en la esquina de tu habitación. En silencio espero por ti."
Hoy has llegado temprano, como siempre lo primero que hiciste fue sonreirme y saludarme después de eso lo llamaste. Le preguntaste que tal habia estado su día y él como siempre te había respondido cortatemente, ¿por qué lo hacía? era mi cuestionamiento de siempre, tú lo querias. Si yo fuera él nunca dejaria de llamarte y decirte lo mucho que te amo, porque te amo.
Pero yo siempre estaré aquí sentado observandote con una sonrisa que aveces queria transformar en mueca por tu culpa.
Porque yo quiero abrazarte.
Porque yo quiero besarte.
Porque yo quiero estar contigo para siempre.
Pero era imposible y lo sabia.
Era otro día más, yo esperaba pacientemente en la esquina de tu habitación junto con las rosas que me habias comprado, esta vez llegaste temprano ¿qué pasa? fue lo primero que queria preguntarte. Tu llanto me respondió.
Me tomaste entre tus manos y me abrazaste de una forma tan hermosa y a la vez tan dolorosa por no poder corresponderte.
Tus dolorosos jadeos rompian mi inexistente corazón, solo queria preguntarte que te pasaba.
¿Era por él? ¿Él te habia lastimado?
-¿Por qué Jongie?-sollozaste.- ¿por qué él no me ama como yo lo amo a él?
Y supe que tenia razón, él habia sido el causante de tus lágrimas.
Él te habia lastimado una vez más.
Pero yo queria saber más, yo queria saber que te habia hecho.
-Él...se estaba besando con Woohyun.- tu llanto aumento.
Y quisé matarlo. Él no te merecia.
-¿Por qué Jongie? Yo lo amo, yo...quiero una vida con él.
Porque después de todo tú eras un chico también, tal vez finjas con las demás personas que eres frío pero conmigo nunca podras mentir. Yo lo sé todo de ti. Yo me he encargado de estudiarte. Y todo eso porque yo te amo. Él no.
Y supe lo que tenía que hacer.
Un ser "de mi clase" solo tenía la oportunidad de moverse una vez en su plastica vida y tan solo por dos cortas horas, era algo así como la serie que tú habías visto aquélla vez, en la que un muñeco cobraba vida y se convertía en el amor de la vida de alguien. Recuerdo perfectamente como lloraste cuando un chico castaño y de ojos verdes moría. Yo te observe desde mi esquina, sonriendole a tu momento de tristeza. Y por eso y muchas cosas más me odiaba. Me odiaba por no poder ir a consolarte.
Yo iba a aprovechar la oportunidad de poder moverme al máximo.
Te dormiste a las 2:54 de la madrugada, tu respiración era tan tranquila y te veías hermoso durmiendo.
Hoy no te podre observar amor mío, debo hacer algo para tu bien. Porque te amo.
Por primera vez en mi vida cerre los ojos y pensé en mi razón para moverme. Pensé en ti.
Poco a poco obtuve movilidad en mis manos y después en mis pies, por primera vez en mi vida podía sentir la pequeña vibración que te ocasionaba en la garganta el querer hablar. Por primera vez escuche mi voz.
Yo sé que me veo como él, se que mi apariencia se asemeja a la de él. Pero yo no soy como él.
Salí cautelosamente de la casa que habia sido mi hogar por 6 años y me dirigí a su casa.
No habia mucha gente en la calle y los pocos que habian no me prestaban atención.
Di fácilmente con su casa, después de todo él te gustaba y yo sabia todo de ti y por obligación de él.
Entre a su habitación y observe a mis alrededores...y te vi.
Tú estabas en la esquina de su habitación tan guapo como siempre observandolo y observandome.
Lo que haria, lo haria por nosotros mi amor.
Nunca me gusto la sangre ni mucho menos la suciedad así que opte por un método más limpio.
Tome la almohada que estaba a su lado y le asfixié. Él comenzó a luchar por su vida pero ya era tarde, él te había lastimado.
Murió ante tus ojos.
Ahora tú ya no sufririas mi amor.
Podrías ser feliz.
Poco a poco mi cuerpo comenzó a deshacerse.
Era la regla de oro, si mal usabas tu oportunidad para moverte, morias.
Aunque fueses un ser sin vida originalmente.
La primera y única vez que hable y me moví sirvió para mucho. Para que ambos fuesemos felices.
-Te amo Kim Myungsoo, te amo en tu forma humana y en tu forma de muñeco.-me giré al cuerpo sin vida que yacía en la cama.- y no puedo creer que ese ser sea mi yo humano. El Sungjong de juguete te ama y el humano debió haberlo hecho igual.
Y desaparecí. Ahora serías feliz.
