Sorcière

Capitulo 6

Entro a mi alcoba y cierro la puerta con brusquedad.
-Todos los hombres son iguales-, digo enfurecida.
-Eso crees-.
Escucho una voz gruesa detrás de mí. Doy media vuelta para ver la persona que está atrás de mi.

Es Dracula, le digo con voz insegura,
-No, no me refería a eso-, terminó con una sonrisa leve.
-Esta bien, sí recibiste mi carta-, termina con una hermosa sonrisa.
-¿Qué carta?-.
-No importa-, camina en mi dirección sin hacer ruido.
-Que había en esa carta-, le digo preocupada y con curiosidad.
Me sujeta de la cintura, y me gala hacia él con brusquedad.
-Nada, solo escribí lo mucho que te amaba-.
Acerca sus labios para besarme, lo detengo con mi mano antes que toque mis labios.

-¿Que sucede?, mi princesa-.
-No es nada, sabes mi padre no quiere usar su magia, dice que debemos ser como los humanos-.
-Enserio, sí que está loco-.
-Disculpa, mira quién lo dice, el que mata sin razón, tú sí tienes un problema mental-. Intento zafarme de su agarre, pero no lo logro, me agarra con fuerza.
-Suéltame, me estás lastimando-.
-No me importa, no iras a ningún lado-.
-Eres un lunático-.
Me estampa con la pared y sujeta mis muñecas con fuerza.
-Que dijiste, no escuche bien princesa-.
-No dije nada-, digo con voz temblorosa.

-Princesa, está todo en orden-, dice una sirvienta mientras toca la puerta.
-"AYUDA"-. Grito con fuerza.
Me suelta con brusquedad, sale por la ventana.
Entra la sirvienta a mi alcoba, me agarra de los hombros y me ayuda a levantarme.
Entran más personas a mi habitación.
-Que ocurrió-, dice mi padre mientras entra.

Mi padre me lleva a su estudio para interrogarme.
-Dime quién te lastimo-.
-Nadie, me tropecé y me lastime-.
-Enserio crees que me puedes mentir, te conozco desde que estabas en el vientre de tu madre-.
Me quedo en silencio por unos segundos, decido decirle la verdad, -Estuvo en mi habitación Dracula-.
-Quien se cree ese lunático-.
Mi padre me rodea con sus brazos y me da un suave y cálido abrazo.
Me dice mientras me abraza,
-No te preocupes yo te cuidaré como siempre lo he hecho-.
-Gracias papá-.

Al día siguiente visitó a mi madre, parece que está mejorando.
-Quien te lastimo cariño-, me dice mi madre con curiosidad.
-No es nada, solo me queme-.
-Si claro, recuerda que a tu madre no le puedes mentir-.
-Descansa mamá-.
Le doy un beso en la frente y me retiro de la habitación en silencio.

Camino por el inmenso pasillo, escucho una voz detrás de mí,
-Elizabeth-.
Sin importancia doy una media vuelta para ver quién es, -No puede ser posible-.