Estuve un buen rato escuchando el latido del corazón de Azusa. Mi cuerpo estaba inmóvil, mi mente nublada y mis rodillas ya dolían por estar tanto rato arrodillada. Pero nada me importaba más que dejarme sumir en la calidez y ternura de sus fuertes y rápidos latidos. Hubiera querido estar ahí todo el día, sintiendo con mi mejilla cómo su pecho golpeaba con fuerza, y que lo único que mi oído escuchase por siempre fuera el corazón de Azusa.
De a poco comenzó a latir más lento y relajado, cerré mis ojos e hice el amago de querer abrazarla, pero esas mismas manos que hace un rato me acogieron ahora me apartaban. Azusa se volteó y nuevamente comenzó a tocar el piano. Me di cuenta que mis rodillas dolían y me puse de pie inmediatamente. Me sentía vacía, de vuelta en la fría realidad. Quería seguir escuchando su corazón, pero solo atiné a decirle otra cosa.
- A-Azu-nyan... Por favor, no se lo cuentes a nadie...
Se tardó en responder y no dejaba de hacer sonar su melodía. Era muy suave y emotiva.
- Sólo prométeme que no me lo volverás a pedir - no volvió a voltearse más.
Muy dentro de mí sabía que no podía prometérselo. Necesitaba volver a escuchar ese hermoso sonido dentro de su pecho.
- Este... A-Azu-nyan, yo...
- Vas tarde.
Recordé que debía estar en clases hace veinte minutos. Me sobresalté y quise correr al salón, pero me acerqué a Azusa y la abracé por la espalda. La pequeña dejó de tocar el piano, se puso tensa y supuse que la habría sorprendido.
- Gracias, Azu-nyan.
Caminé apresurada y salí por la puerta, la cerré y, antes de irme, miré discretamente por el vidrio notando que Azusa tenía una tierna sonrisa.
- ¡Sawako-sensei, perdón por llegar tarde!
Interrumpí la clase abriendo bruscamente la puerta. Todos me miraron, me sentí incómoda y la profesora Sawako (a quien de cariño llamábamos "Sawa-chan", pero sólo ella y la banda lo sabíamos) me pidió sentarme lo antes posible. A tropezones llegué a mi puesto junto a Tsumugi y Ritsu.
- Seguro te quedaste dormida otra vez, ¿verdad? - me preguntó Ritsu despacio.
- Bueno... - sonreí nerviosamente y le hice (o intenté hacerle) un gesto de afirmación.
- Toma - me dijo Tsumugi acercándome su cuaderno -. Para que veas lo que ya pasó.
Solo atiné a sonreirle.
Y precisamente, esa tarde después de clases, la profesora Sawako se hizo presente en el ensayo del Club de Música Ligera.
- Les queda una semana para ensayar su número en el Festival Escolar. Espero que se esfuercen para dar una buena presentación.
Azusa estaba feliz, ya que por fin ensayaríamos todo el día y no perderíamos el tiempo tomando té. Hasta que vio a Sawako con un tenedor en la boca.
- ¿Qué tal, Sawa-chan? - preguntó Tsumugi sin despegarle la vista.
- Mugi-chan, de todos los que has traido este debe ser el mejor - decía la profesora y mánager con la boca llena de pastel, y sin haber siquiera masticado ya estaba tomando más con el tenedor.
- ¡Oiga, dijo que había que ensayar! - Azusa estaba enfadada.
- Claro que sí, pero no dijo cuándo - intervino Ritsu como queriendo sacar más de quicio a la pequeña.
- ¡¿Y tú no eres la líder?! ¡Deberías preocuparte de que ensayemos más!
- Azusa, relájate, tienes la vista sangrienta de rabia.
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Houkago Heart Time, a けいおん!! K-ON!! Fanfiction
FanficNo sólo por provocarme ternura era que la abrazaba tanto. Había algo más, algo que descubrí que me encantaba y que me dejaría atada a ella, quizás por siempre. No todo era té después de clases. En plena adolescencia sentimientos nacían, e involucrab...