Hacían casi treinta grados de calor en el centro de Miami, el aire húmedo volvía el ambiente un poco más pesado, el clima era un asco y todo por la culpa del maldito calentamiento global. No sé en qué estaba pensando mi padre cuando se le ocurrió salir en familia, en este mismo instante podría estar en mi casa con el aire acondicionado a todo lo que da, riéndome del sofocante calor, pero no, aquí estábamos la familia entera paseando por el abarrotado centro en busca de algún restaurant a la altura de un Jauregui, como decía mi madre. Caminamos más de una hora y nada, aun no dábamos con el indicado y los reclamos de mis hermanos ya me tenían harta.
"Mamá por favor, podemos comer en cualquier parte" era la quinta vez que Taylor se quejaba
"Basta Taylor, ya te dije que tiene que ser el lugar perfecto, no insistas" mi madre podía ser un grano en el culo cuando se lo proponía. Resignados por la respuesta continuamos con nuestro camino. Luego de caminar un par de cuadras no lo soporte más, podía sentir las gotas de sudor recorrer mi espalda, tenía la garganta seca, necesitaba un vaso de agua con urgencia o de lo contrario caería al suelo desmayada en cualquier momento.
"A la mierda" dije mientras me detenía frente a mi familia "no se ustedes pero yo no puedo más, me estoy muriendo de calor, así que iré por un vaso de agua" no espere respuesta alguna y di media vuelta para dirigirme a uno de los bares que estaba cruzando la calle, podía imaginar la cara de mi madre pero no me importaba. Había estado en este lugar de fiesta con mis amigos. Cuando crucé las puertas de vaivén el aire frio golpeo mi cara, enviándome un escalofrió por todo el cuerpo, el interior estaba fresco, era el paraíso. Cuando ya me encontré en el interior recorrí con la mirada el lugar, pude notar que de día funcionaba como restaurant, había varias familias distribuidas en las diferentes mesas, observe a mí alrededor unos segundos más para luego acercarme a la barra para pedir mi tan anhelado vaso de agua.
"Hey disculpa" me dirigí a la chica que atendía la barra, estaba de espaldas a mi "Hola, necesito un vaso de agua por favor" espere unos segundos y nada ¿será sorda? "Oye tú, te estoy hablando" dije un poco más fuerte mientras me inclinaba sobre la barra tratando de llamar su atención. Cuando creí que lo había logrado, la chica se agacho. Ufff pero que culo tiene, mierda, concéntrate Lauren, debe ser el calor. Luego de mis segundos de lapsus pude notar que tenía los auriculares puestos, estaba escuchando música. Cuando se paró su celular cayó al suelo llevándose con él los auriculares así que aproveche para volver a llamarla "Hola" funciono, inmediatamente se giró hacia mí.
"Hola" santa mierda, si su culo era perfecto imaginen su rostro, tenía unos ojos marrones preciosos, unas cejas perfectas, una fina nariz y sus labios, hay Dios mío, pero que labios, eran algo así como la más maravillosa y fresca fresa, rosados y carnosos. Sus facciones eran suaves, dignas de la más femenina mujer y su cabello largo, suelto y alborotado le daba un aspecto rebelde y sexy. El aire no llegaba a mis pulmones producto de la imagen que tenía frente a mí y la sonrisa que se dibujaba en sus labios era la cereza del pastel "¿estás bien?" su pregunta me saco de mi transe, debo tener la cara de idiota más grande del mundo
"Eh si si, estos bien" respondí como pude mientras evitaba su intensa mirada "necesito un vaso de agua con hielo por favor" sin saber por qué, de pronto comencé a sentir mucho calor
"Ahora lo traigo preciosa" sus palabras me tomaron por sorpresa ¿realmente pensara que soy preciosa o se lo dirá a todas? Y que mierda te importa a ti Lauren. Antes de ir por mi pedido volvió a sonreír y me guiño un ojo, solo eso basto para que mi corazón se disparara. Por Dios parezco una cría, una estúpida adolescente hormonal. Volví mi mirada a la camarera que estaba llenando un vaso con hielo y nuevamente me fije en su culo. Es que debe ser un crimen salir con esos pantalones a la calle, si yo fuera su novia no se lo permitiría jamás. Hay no Lauren deja de pensar burradas y concéntrate. Pestañe un par de veces y me percaté de que el vaso ya estaba frente a mi "Aquí tiene señorita, que lo disfrute" envolvió el vaso con su mano y lo acerco hacia mí, inconsciente mente lo tome logrando que nuestros dedos se tocaran, fue un simple toque, un contacto de no más de un segundo, pero todo mi cuerpo reacciono, una corriente eléctrica me recorrió de pies a cabeza, como si hubiera metido los dedos a un puto enchufe. La chica aparto su mano de la mía rápidamente mientras volvía a su trabajo un tanto desconcertada ¿será que ella sintió lo mismo que yo? Con la mano temblorosa volví a tomar el vaso para dar un largo trago de agua helada, podía sentir como bajaba por mi garganta refrescando todo a su paso. Deje el vaso en la barra y me gire con la intención de ir a la caja a pagar cuando escuche mi nombre