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Capítulo 25

Narra Aiden

Mi cuerpo era sacudido violentamente, abrí mis ojos y trate ver a la persona frente a mi, me arrepentí de inmediato.

Sentí como el aire comenzó a faltarme, comenzaba un ataque de pánico seguro.   Frente a mi estaba Maximiliano.

—¿Cómo te ha ido pequeña basura?" —pregunto burlándose de mi.

Yo no respondí, pero mi cuerpo lo hizo por mí, cuando comencé a temblar.

El miedo me estaba consumiendo.

—¿Creíste que tendrías un final feliz? —pregunto con rabia, yo baje la mirada como un perrito asustado.

—¡Respóndeme, idiota! —gritó más fuerte y lo siguiente que sentí fue como algo presionaba mi cuello mientras mi cabeza era tirada hacia atrás, tenía el collar de nuevo.

—Te diré algo omega asqueroso, tú arruinaste mi vida, solo tenías que limpiar mi maldita casa y ser un buen esclavo, pero no podías, tenías que quitarme lo que debía ser mío —dijo antes de darme un golpe a puño cerrado en el pómulo y tirándome de cara al suelo, lo que tampoco duró mucho porque pronto me hizo ponerme de pie jalando la cadena en mi cuello.

—¿Y qué ganaste con eso, un rato de fama? No, el odio de todo está maldita manada, nadie ve en ti más que un pedazo de mierda —dijo dándome el segundo golpe, ahora con más fuerza, casi perdiendo la consciencia mientras mis lagrimas brotaban sin control.

No era el dolor de los golpes a los que me habían acostumbrado desde pequeño, era el dolor del corazón porque él tenía razón, nadie me quería.

—Nadie te aprecia, tus padres prefirieron defender a un extraño antes que pensar en lo que haríamos contigo cuando murieran—dijo pateándome.

—Ningún miembro de la manada se opuso a que fueses reducido a lo que eres un simple sirviente, todos estuvieron de acuerdo en que te castigáramos e hiciéramos entender tu lugar, porque no le importas a nadie —decía dándome patadas y poniendo algo de presión hacia arriba en el collar para que tuviese que mirar hacia arriba.

Las lágrimas simplemente salían, mientras sentía como mi cuerpo comenzaba a doler.

—¿Piensas que Noah quiere algo real contigo, pues aquí está una sorpresa para ti, no es así, solo quiere tener sexo contigo, quiere que seas su pequeña zorra porque no admitirá que siente algo por un simple omega, te va a usar para sexo y nada más —decía con rabia, yo sentía una patada tras otra estamparse contra mis costillas sin descanso.

Poco a poco sus palabras de odio dejaron de escucharse cuando comencé a pensar en una cosa.

Este es el cuarto de Noah.  ¿Donde está él?

—Me he llenado de sangre en zapato, límpialo esclavo —escuche derrepente al sentí una patada en la cara, a cómo pude me levante y me puse a cuatro patas; comenzando a lamer el zapato.

Cosa que no pude hacer más cuando comencé a vomitar sin parar seguido por un río de lagrimas que azotó mis ojos, al ver como un charco enorme de sangre rodeaba un cuerpo.

El cuerpo de Noah era como una isla a la mitad del mar, un mar de sangre.

Su cuello y garganta estaban casi triturados, si eso lograba curarse tardaría mucho tiempo, incluso años.

—O podríamos ayudarle a dejar de sufrir —dijo como si leyera mi mente, tomó mi cabello y me levanto, nos acercamos a Noah y pude ver cómo todo su cuello estaba desfigurado y su respiración era casi nula.

The Broken Omega (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora