Capítulo 15: El origen de Lili. (Final)

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Rina volvió a parar para tomar un respiro, pues ahora venía la parte más difícil de la historia y que no acababa con ese prometido final feliz que le decía su madre.
Los Sakamakis se veían impacientes porque continuara, pero justo antes de decirle que siguiera se dieron cuenta que ahora venía una parte difícil ya que la cara de Lili mostraba su sufrimiento, aunque fuera mínimamente, y por algún extraño motivo y a diferencia de la satisfacción que les causaría con otra persona como Yui, querían protegerla y que no se volviera a sentir así. No les gustaba verla sufrir, en ese momento se prometieron a sí mismos que la protegerían aunque a ella no le hiciera falta y mirándose entre sí se dieron cuenta de que todos se habían hecho la misma promesa y poniéndose de acuerdo todos, por primera vez en años, asintieron dando a entender que la protegerían juntos.
-¿Sucede algo?- preguntó cuidadosamente Raito.
-No, nada... Sigamos con la historia.-dijo Lili volviendo a ponerse su fría máscara, que se había caído durante un momento, a causa de los recuerdo y los sentimientos que estos provocaban, pero finalmente los volvió a encerrar en una parte de su mente diciéndose a sí misma que no debía importarle, ya que los recuerdos no se pueden cambiar.
*Flashback*
En una casa alejada de todos y rodeada de vegetación se encontraban la mejor soldado y el mejor soldado ambos ejércitos junto a su preciosa hija a la que tanto querían.
-Erick...- susurró Rina apoyada en el marco de la puerta mientras miraba a su hija dormir.
-¿Que sucede rayo de luna?- preguntó Erick abrazando a Rina.
-Tengo miedo...- contestó ella que sola lágrima caía de su ojo y resbalaba por su mejilla hasta caer al suelo- Es demasiado pequeña ¿cómo podremos protegerla?- preguntó Rina- Son demasiados... y ya no nos quedan sitios en los que escondernos.
-Estaremos bien, somos fuertes, la protegeremos, no dejaremos que nadie dañe a nuestra pequeña.- respondió él.
-Sé que somos fuertes, como sé que ella lo será, pero nosotros solo somos dos y ellos tienen dos ejércitos.- dijo Rina dándose la vuelta para abrazar a su marido.
-No importa cuantos sean la protegeremos de todo y todos te lo prometo.- dijo Erick juntando su frente con ella y poniendo sus manos a ambos lado de su cara mientras le acariciaba su mejilla con uno de sus pulgares.
-Eso espero mi amor, eso espero.- dijo Rina para después darle un beso y dirigirse hacia su habitanción.
-Yo también lo espero.- susurró Erick para que Rina no le escuchara.
Erick se dio la vuelta para mirar una última vez a su hija antes de irse a dormir pero en ese mismo instante escuchó un ruido, así que afinando su oído se acercó un poco a la ventana del cuarto de su hija y entonces, los escuchó, gritos de soldados preparándose para atacar, no sabía de que bando eran pero si estaban allí solo podían ir a hacer una cosa, cazar a su familia y eso no lo iba a permitir, así que rápidamente se dirigió a su cuarto dónde guardaba sus armas y se puso su traje de batalla haciendo que Rina se levantara.
-¿Qué es lo que sucede?¿Por qué te pones tu traje?- Preguntó alarmada y sospechando lo que sucedía pero queriendo asegurarse.
-Están aquí- dijo seriamente Erick mirando a Rina fijamente a esos ojos plateados que tanto amaba.- Coge a Lili y corre, busca otro sitio donde esconderos yo los entetendré.
-Ni hablar juntos somos más fuertes, lucharé a tu lado.-Dijo Rina también seria.
-Alguien debe proteger a Lili y sacarla de aquí.- dijo Erick haciendo que Rina lo mirara enojada pero comprendiéndolo.
-De acuerdo buscaré un sitio para ponerla a salvo pero luego volveré, no dejaré que luches solo mientras yo estoy a salvo.
-Pero, y si vuelve a buscarnos cuando la dejes allí.- dijo Erick intentando convencerla para que se pusiera a salvo ella también.
-Ni hablar, sabes perfectamente que Lili no lo hará, ella es muy inteligente y si le digo que no se mueva no lo hará, sobretodo en una situación tan crítica como ahora y lo sabes tan bien como yo.-dijo Rina mientras se ponía sus armas y su traje y salía de la habitación acabando así con la discusión. Esto hizo que, aún en esa situación, Erick negara con la cabeza sonriendo de medio lado para luego ponerse serio y seguir a su terca pero amada mujer.
Rina entró en la habitación de Lili y la cogió en brazos con rapidez mientras que escuchaba como Erick salía de la casa.
-¿Que pasa mami?- dijo una Lili de apenas 4 años medio dormida mientras se frotaba el ojo.
-Nos vamos.- dijo Rina seria acariciando la cabeza de su hija y dándole un beso en la frente.
Ese tono hizo comprender a la pequeña la seriedad de la situación así que se aferró a su madre y calló.
Rina sintió a su hija abrazarse a ella con miedo que sabía que tenía, aunque Lili intentase no demostrarlo por ser tan orgullosa como ella, esto la hizo querer llorar, una niña tan pequeña no debería pasar por eso, pero haciendo de tripas corazón cogió una capa y envolvió a su hija y a ella para después salir por la puerta trasera y salir corriendo.
Durante su carrera escuchó como gritaban y los soldados empezaban a perseguirlas pero pronto se escucharon gritos provocados por Erick lo que la hizo sonreír ligeramente y se dispuso a correr más rápido para poner a salvo a su hija sin embargo tras unos 10 minutos corriendo escuchó como un grupo se acercaba por lo que aceleró más pero aún los tenía detrás y no conseguía perderlos.
En el trayecto halló una cueva a penas visible debido a su pequeña entrada y que estaba escondida entre los árboles así que tomó rápidamente una decisión. Se agachó y dejó a Lili en el suelo la cogió de la mano y se adentró en la estrecha entrado de la cueva, la cual quizá si se hubiera adentrado más lentamente hubiera recibido menos cortes con las rocas, pero tenía prisa sus enemigos se acercaban y ella tenía que poner a salvo a su hija e ir a ayudar a su esposo.
Las gotas de sangre de las recientes heridas se deslizaban por la piel de Rina hasta que caían al suelo, pero una vez tocaban el suelo comenzaban a brillar levemente y desaparecían como tragadas por la tierra. Y al caer la décima gota de sangre las paredes empezaron a vibrar cerrándose tras ellas y ensanchándose a cada paso que avanzaban. Esto hizo que Lili asustada apretara la mano de su madre y a su vez Rina apretara la de su hija, ambas con miedo por no saber que sucedía y por no saber que sucedería ¿podrían volver? ¿era una trampa? Y si era así ¿quién tiene tanto poder?
Tenían muchas dudas y mucho miedo pero ninguna lo demostró para no preocupar a la otra, la única prueba de su temor era la fuerza con la que se apretaban las manos para no separarse de la otra y algunas muestras de miedo en los ojos de Lili, después de todo aún era una niña y no sabía ocultar tan bien sus sentimientos.
Finalmente llegaron hasta una zona amplia con un gran arco formando una especie de puerta grabada con antiguas runas que ninguna comprendía pero que se les hacían muy familiares. Ambas se encontraban mirándola embobadas hasta que una voz profunda las sobresalto sobretodo a Lili quien pego un pequeño grito.
-Vaya hace mucho tiempo que no recibo visitas ¿que hacen por estos lares, señora?- dijo al parecer un hombre se podía deducir por el tono grave en su voz pero no se le conseguía distinguir bien debido a la oscuridad.
-Busco un sitio seguro donde reguardar a mi hija de la batalla y así poder ayudar a mi esposo.- dijo Rina de forma fría y calculadora mientras analizaba al posible enemigo y ponía a Lili detrás de ella.
El hombre salió de la oscuridad, era alto y fornido marcado con números y enrevesados tatuajes que se parecían a los del arco. El hombre analizó a la niña escondida tras su madre que al parecer tenía mucha curiosidad ya que sacaba la cabeza por el lado del cuerpo de su madre para verle, eso le hizo sonreir.
-Me temo señora que en este mundo no hay lugar seguro para ella, la busca demasiada gente.- dijo poniéndose serio.
-Bueno pues yo tengo que encontrar uno- dijo Rina con fría furia, ella ya lo sabía no hacía falta que se lo recordara un desconocido que de alguna manera lo sentía familiar.
- ¿te conozco?- preguntó Lili rompiendo la tensión que se había formado entre su madre y el hombre sin poder evitar su curiosidad. Esto hizo que ambos la miraran con atención y que el hombre volviera a sonreir.
-No, me temo que no, señorita.- dijo el hombre para después presentarse- Sin embargo será un placer conocerte Lili, me llamo Rick y soy el guardián.-
-¿Cómo sabes el nombre de mi hija?- preguntó Rina poniéndose en posición de ataque.
-Porque la he estado observando por ordenes de mi diosa y la he llegado a apreciar mucho.- dijo Rick sonriéndole cálidamente a la niña quien no pudo evitar acercase más al extraño hombre y preguntarle más cosas esquivando a su madre que se encontraba alerta.
-¿Qué diosa? ¿Dónde está? ¿Por qué te ordeno que me vigilaras?¿Te habla? A mi me encantaría conocer a una diosa ¿A Ella le gustaría hablar conmigo? Si eres un guardián ¿Qué es lo que proteges?- preguntó la niña de forma rápida y seguida sin darle tiempo a responder antes de preguntar otra cosa lo que hizo reír a Rick.
-Eres más divertida en persona.- dijo aún riéndose un poco y secándose una lagrima.- la diosa es la madre naturaleza, nuestra creadora, no sé donde está después de todo ella está en ningún lugar y a la vez en todas partes, porque eres muy preciada para ella y me ordenó protegerte, en realidad no mucho tan solo para darme ordenes y desde que tu naciste no me ha dado otra, seguramente, y por último, protejo esta puerta a otro mundo que detrás de tu madre para impedir que nadie que la diosa no lo permita pase por él.- respondió también de forma seguida pero sin prisas.
En ese momento Rina tuvo una loca idea que tal vez conseguiría proteger a su hija y ayudar a su marido.
-Dejame pasar con mi familia al otro lado- ordeno Rina altiva- has dicho que la diosa nos aprecia entonces dejame pasar para poder salvar a mi familia.
-lo siento pero no puedo a menos que la diosa lo ordene- dijo mirandolas con pena. Pero Rina no hizo caso y se acercó a la puerta y el guardian se apartó, despues de todo el no podía dañar a uno de los protegidos de la diosa.- Aunque lo intentes no podrás abrir el portal solo la diosa y yo podemos.-
-Abrela- ordenó Rina al darse cuenta que realmente ella no podía. Pero al ver que el no le hacía caso se preparó para atacarle, si no la ayudaba por las buenas lo haría por las malas, ella no tenía mucho tiempo tenía que poner a salvo a Lili, luego regresar para ayudar a su marido y por último traerlo hasta la cueva sin que nadie les siguiera para que todos pudieran pasar al otro lado, dónde iniciarían una nueva vida.
"Por favor hija mia, no ataques a mi querido guardian" dijo una voz resonando en la cabeza de todos los presentes.
-Mi diosa, cuanto tiempo sin escuchar su hermosa voz.- dijo el guardian sonriendo mientras se arrodillaba como si estuviera pidiendole matrimonio a una mujer.
"Tan adulador y caballeroso como siempre Rick" dijo la diosa con tono divertido. Esto hizo que la pequeña Lili se riera un poco y luego ponerse seria tras recibir una mirada de su madre.
-Bueno pueden dejar los ligoteos para después, mi familia está en peligro y necesito pasar al otro lado del portal para ponerlos a salvo.- dijo Rina mirando mal al guardian.
"Tan fuerte y fria como siempre mi querida hija. Mas me temo que lo que planeas no puede cumplirse, puse un hechizo al portal, alguien tiene que hacer un sacrificio para que el portal se abra y de todas maneras solo uno podrá pasar." Dijo la diosa con pena por el triste destino que les esperaba a sus queridos hijos a los que no podía ayudar. Ni si quiera una diosa puede cambiar el destino.
-Muy bien- dijo Rina aguantandose las lágrimas- ofrezco mi vida para que mi hija pase.-
-¡NO! ¡MAMÁ!¡no puedes...- dijo Lili llorando pero fue interrumpida por su madre.
-Mi pequeña... Es muy importante que me escuches ¿de acuerdo?- dijo Rina con la voz rota esta era sin duda la decisión más difícil que había tomado en su vida. Tendría que dejar sola a su amada hija en un mundo desconocido y no podría ayudar a su amado que si no moría en batalla, moriría de pena tras perder a su familia. Lili a pesar de su corta edad y del miedo que sentía asintió seria hacia su madre mientras retenía las lágrimas. - eres pequeña y aún no muy fuerte pero eres muy astuta e inteligente, utiliza eso a tu favor si tienes que enfrentarte a alguna situación difícil. No sabemos que tipo de mundo hay al otro lado pero no puede ser más peligroso para ti que este.- dijo su madre ropiendose por dentro con cada palabra que decía. Rina se agachó y la abrazó fuerte a su hija sabiendo que sería la última vez que volvería a sentirla entre sus brazos, que sería la última vez que volvería a escuchar la voz de su hermosa y valiente hija y que esa sería la última vez que volvería ver esos preciosos ojos tan parecidos a los suyos y que hacían un perfecto contraste con su pelo azabache que tanto le recordaba a su padre, Lili era la perfecta mezcla de ellos. Finalmente se quebró y llorando le dijo- sobrevive, por favor, sobrevive mi niña. Da igual sobre quien tengas que pasar, a quien tengas que matar o que tengas que hacer solo ¡sobrevive!-
Y con esas palabras y mientras miraba los ojos de su madre, tan plateados y tan llenos de lágrimas como los suyos propios Lili fue cayendo en la oscuridad a pesar de que quería resistirse, no pudo hacer nada. Finalmente y ante las atentas y tristes miradas del guardián y la diosa Lili cayó inconsciente entre los brazos de su madre.
Cuando despertó Lili se encontró en un nuevo y basto mundo que a pesar de lo que su madre creyó era igual o incluso más cruel que el antiguo.
*Fin flashback*
-...o incluso más cruel que el antiguo. Fin.- terminó Lili aunque sabía que ahora vendrían muchas más preguntas así que suspiró y dijo. - bien, ya podéis preguntar.-
-¿No hay más? No has dicho que sucedió después- preguntó Kanato curioso.
-Ore-sama quiere saber que sucedió después tambien.- dijo Ayato como siempre creyéndose superior.
-¿Y tus padres? ¿Al final murieron o alguno sigue vivo?- preguntó Reiji interesado.
-Como ya os dije en un principio no voy a contar todo mi pasado, lo que sigue es otra historia que no os contaré, con eso ya sabéis suficiente de mí.- dijo Lili seca y fría, ellos ya sabían más de lo que muchos que llevaban más tiempo a su lado sabían- y respecto a mis padres, no lo sé, ni quiero saberlo, aunque lo más probable es que, tal y como has dicho, estén muertos.- Lili se encontraba cansada, los sentimientos que habían resurgido la estaban agobiando y pelear contra sí misma por volver a encerrar sus sentimientos era más difícil de lo que parecía. Ya que a pesar de llevar tanto tiempo encerrándolos, que incluso parecería una experta en ello, cada vez era más difícil. El tiempo se acababa y la bomba de sus emociones en algún momento explotaría y no de buena manera. Así que haciendo gala de su gran experiencia ocultando sus sentimientos, Lili se levantó y dijo.- yo me retiro, ya les conté el estúpido cuento, ya saben lo que soy y peligrosa que puedo ser así que no se os ocurra a volver a compararme con un asqueroso humano.-
Ante esto los hermanos tan solo se quedaron callados pues a pesar de que ella intentaba y conseguía casi perfectamente esconder sus emociones de forma que ni ella misma creía sentirlas, ellos comenzaban a conocerla y a ver sus verdaderas emociones a través de sus fríos ojos plagados de escondidos sentimientos temerosos de darse a conocer.
De camino a su cuarto Lili consiguió controlar un poco sus emociones y cuando finalmente se tumbó en su cama tras tan larga noche no pudo evitar reflexionar sobre la niña de la historia, después de todo ella ya no era esa niña inocencente, graciosa, valiente e inteligente, ahora, ella era alguien cruel y despiadada que no dudaba en matar a quien se interpusiera en su camino, ella estaba manchada por sangre, sudor y lágrimas, lágrimas que ella jamas volvería a dejar caer.
Tan metida estaba en sus pensamientos que cuando se levantó para lavarse los dientes no se dio cuenta de que alguien se acercaba hasta que la golpearon en la cabeza haciendo que se desmayara y tan solo pudo escuchar una oración antes de caer de nuevo en esa inmensa oscuridad.
-Bonita historia pero es hora de conocer a los demás hijos ¿no crees M neko-chan?

Continuara...
*la foto es de Lili y está editada por mí aunque la foto en sí no me pertenece :)*
Y aquí está, finalmente la última parte, si lo sé tardé una eternidad pero estoy trabajando y no tengo mucho tiempo libre, además de queme estoy replanteando cosas (tranquilos/as no dejaré la historia) entre otras mi forma de escribir algunos fallos, etc. Aunque creo que encontré una manera de sacar tiempo para escribir así que no os preocupéis tal vez tarde un poco pero seguiré escribiendo espero que merezca la pena la espera ;)
Bueno y ahora respecto al capítulo ¿os gustó? ¿Queréis seguir leyendo? En mi opinión es muy largo pero quería terminar esta parte de la historia en este capítulo ya que se me alargó demasiado de todas manera respecto a los padres aún queda un interrogante que será respondido más adelante jeje soy malvada XD.
También doy las gracias a todos los que hayan añadido la historia a su biblioteca o hayan puesto una estrellita al capítulo.
PD: si veis alguna falta de ortografía lo siento mucho y que acepto críticas constructivas o consejos ya que esos me ayudaran a mejorar mi escritura.
Gracias por todo vuestro apoyo y comprensión.
Nos vemos ;)

La asesina (diabolik lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora