El despertador sonó y la pareja se revolvió en la cama. Haylee comenzó a buscar su teléfono para acallar la tonta alarma que había olvidado desactivar, mientras que su compañero refunfuñaba por el escándalo.-¡¿quieres callar esa porquería?!-gritó Kel con aquel tono enfurruñado que lo caracterizaba-¡demonios Lanter! Ya calla eso
-si no patearas el teléfono mientras duermes podría hacerlo-contestó con enfado la joven de melena azul oscuro
-no tendrías que dejarlo en la cama-contraatacó el chico. Haylee bajó de la cama y tomó su teléfono del suelo, fue cuando se percató que no era una alarma sino un recordatorio
-¿teníamos que hacer algo esta mañana?-preguntó volviéndose hacia su novio. Kel refunfuñó antes de alejar el rostro de la almohada y mirar a Haylee mostrarle el teléfono.
La palabra bienvenida brillaba en la pantalla. Kel resopló y sostuvo su cabeza entre sus manos. Haylee asumió que eso era un sí, así que no perdió tiempo y fue directo al baño. Estaba a mitad de su baño, cuando oyó la puerta abrirse. El sonoro bostezo de Kel fue lo que la hizo sonreír, solo un poco.
-pásame la toalla-pidió lo suficientemente alto para que él la escuchara. La toalla voló por sobre la cortina de baño y por suerte, Haylee la atrapó antes de que terminará en el suelo
-date prisa o Breslin nos hará limpiar los baños de nuevo-la chica asintió y regresó a su dormitorio a vestirse, mientras Kel se daba un rápido baño
Diez minutos después, ambos recorrían los pasillos con andar rápido. Haylee lucia enfadada con su cabello. Odiaba que escurriera agua, pero Kel no la había dejado secarlo como Dios manda. Era en estas situaciones que se lamentaba haber echado a Jahdai de la habitación. Si él hubiera estado ahí, no tendrían que correr hacia la sala audiovisual.
-solo recógelo y ya-la aconsejó Kel después de verla quejarse-solo es cabello
-que tu no tengas respeto por el tuyo no significa que yo tenga que ser igual-contestó molesta
Haylee y Kel eran la pareja más disfuncional que pudiera existir en toda la academia. Desde que llegaron se volvieron los mejores estudiantes junto a Jahdai Kaplan y Erick Breslin, el cual había sido ascendido a profesor por su buen desarrollo. Sus amigos aun no entendían porque estaban juntos, pero dejaron de intentar conseguir respuestas después de que Kel los amenazó de muerte.
Haylee era una chica de carácter fuerte y actitud relajada, pocas cosas la hacían enojar, entre ellas estaba Kel, su novio de hace tres años. Su cabello era azul oscuro, al menos esta semana, solía teñirlo recurrentemente de colores, ni siquiera ella recordaba cuál era su color natural. Sus ojos marrones brillaban cual fogata y solía tener ataques de calor.
Kel no era el típico matón, al menos eso pensaba Haylee. Su cabello castaño rojizo cortado con un estilo mohicano, corto a los lados y largo en la parte de arriba, y sus brillantes ojos marrones que parecían destruir todo lo que vieran era lo que volvía loca a varias chicas y asustaba a otras pocas. Era un chico atlético y muy varonil. Solía ser el primer lugar en casi todo, y en lo que no lo era, solo significaba que Haylee estaba por encima de él. A diferencia de su novia, el chico explotaba con todo y pocas cosas lo hacían sentir relajado, entre ellas, la comida.
-llegan tarde-ambos soltaron un insulto en voz baja cuando vieron a Erick de pie con los brazos cruzados sobre el pecho y esa mirada de "los baños los esperan"
-nadie nos lo recordó-se apresuró a excusarse la chica-la próxima llegaremos a tiempo-puso su mejor sonrisa y se acercó a pellizcar las mejillas de su amigo y profesor-anda, Erick, déjalo pasar
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Los 13 Elegidos
RomanceTan resplandecientes como siempre, las Zodiacos aguardaban con paciencia a que su padre bajara para poder entregarles los doce destellos que serían cedidos a un pequeño grupo de afortunados. -Padre Las Zodiacos se inclinaron a recibir a su creador. ...