CAPITULO 26

93 7 2
                                    

Al final del día, habrá un momento en donde la tristeza nos invade.

Y esta no sería la excepción.

Después de la pelea con la querida Ayli.

Sí, sabor a sarcasmo.

Dejamos de escribirnos, había pensado en irlo a visitar el día de su cumpleaños que por cierto sería en un par de días.
Sin embargo decidí ir un par de días antes, sabía que era mala idea si iba a su fiesta además necesitaba despejarme un poco.

Obviamente le había comprado algo, después de varios días de intensa búsqueda encontré el regalo perfecto para él. No era la gran cosa, pero algo dentro de mi me decía que le gustaría ya que tenía un cierto significado para nosotros.

Lo llame antes de salir de mi casa, para decirle que planes tenía hoy. Rápidamente me contestó que estaría en casa y no saldría a ningún lado.

-. Perfecto! Dije en voz alta.

Por un momento me olvide que seguía hablando con él, y procedió a preguntarme.

-Estas bien, Madison?

Que vergüenza, Dios!

Escucho lo que dije, ya se arruinó la sorpresa.- Dije entre gruñidos.

Fruncí el seño y le contesté derrotada.

-. Lo que pasa es que quería invitarte a salir, por tu cumpleaños. Y no sabía como decírtelo.

-Es enserio?

-. Si, claro porque no.- Te parece si vamos al cine?

-Esta bien, Aquí te espero.

-. En serio, pensé que me dirías que no!

-Por qué ? Hay un motivo, por el cual yo diría eso!

-. Mmmm... no, sólo se me paso por la mente.

-Ya no tardes, sólo ven.

-. Ok

-Bueno, nos vemos.

Finalmente llegué hasta su casa.

Me sentí muy extraña volverlo a ver, y llegar hasta su casa como si nada.
De repente extraños recuerdos volvieron a mi mente, en ese momento me invadió la tristeza y no puede evitarlo; una lágrima rodo por mi mejilla.

Con nerviosismo lo llamé.

La puerta de la entrada se abrió. Enrique me recibió con unos shorts azules y el torso desnudo. Tenía el cabello despeinado, apuntando a todas direcciones. Parecía como si se acabará de despertar.

-Hola Madison!- bostezó y se froto el ojo izquierdo-. Bajó la mano mientras observaba mi apariencia.

Me quedé sin palabras y el me susurró;

-Pasa toma asiento, terminaré de arreglarme no tardaré mucho.

Examine con cautela su casa, y todo seguía igual como la primera vez que vine. Que extraña sensación.

Después de aquella examinación,salió.

Se lo veía tan hermoso, tal vez me quedé sin palabras porque habían pasado dos meses sin vernos.

Y lo típico de siempre, las fotos antes de salir a pasear.

Sarcasmo puro.

Tomamos un taxi y nos dirigimos al cine, pero antes de entrar al Centro comercial le dije que me acompañará al patio de comidas a retirar un obsequio.

Su cara me lo decía todo, estaba totalmente confundido.
Mientras caminábamos, el no dejaba de mirarme; su curiosidad era infinita me daba tanta risa verlo.

No aguanto mucho y decidió preguntarme.

Hey!.- Qué cosa es?, Para quién es?

Lo mire y fruncí el seño en señal de desconcierto.

En este caso aplicaba este dicho.
¡La curiosidad mató a un gato!

¿Always Together? (Siempre juntos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora