Capítulo 1~ Aquel día

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Un día más, no estaba completa, sentía cómo faltaba algo, no era algo, era él.
Sus padres no le dejaron salir, poniendo otra estúpida excusa, de que había hecho algo mal, cuando, ni siquiera le habían dicho qué hacer.
Pues él estaba en su casa otra vez haciendo sus tareas del hogar es decir, TODO, limpiar, cocinar, hacer las camas, recoger... cuando él no manchaba, no destroza nada, no desordena nada. Él dejo casi todos sus hobbies solo para que no le pegasen, gritasen e incluso encerrarsen como "castigo", castigo que él no se merecía. Él hacía todo lo posible por sobre llevar eso como si nada pasase.

Todo empezó 12 años atrás, cuando a sus padres les trasladaron a diferentes puestos en el trabajo por lo tanto en lugares diferentes.

El caos llegó ese día.

Después de hacer la tarea bajó con una gran sonrisa en el rostro, ya que iban a ir de picnic a su lugar favorito. Ese lugar era una parte separada de la civilización, era un bosque muy frondoso, en el cual, había muchas especies de animales, lo que a el le encantaba, ver a esos animalitos con sus familias correteando de aquí para allá sin que nada ni nadie se lo impidiese, allí se sentía relajado, lo único que se alcanzaba a oir era a los animales jugando, algún que otro pájaro, las hojas chocando unas con otras por la brisa que había.
Cuando llegaron al ya dicho lugar, el pequeño bajo del coche, observando el paisaje. El pequeño cerro los ojos y respiro profundamente, ese aire de tranquilidad.

Madre: ¡Yuuma! ¡No te alejes mucho!- grito su madre para que le oyera, él, lo único que hizo fue darse la vuelta y asentir con una sonrisa, para después mirar hacia el frente y salir corriendo.

Después de un rato tumbado en la hierva a los pies de un árbol bastante alto y robusto, escuchó a su padre que le llamaba. Él, perezósamente se incorporo para quedarse sentado, alzó la mirada y vio como un cervatillo se acercaba a él. El pequeño al darse cuenta se quedó inmóvil, observando el paso lento del cervatillo. Yuuma levantó la mano para así poder acariciar el hocico del pequeño ciervo. Lo cual no pudo hacer, ya que su padre volvió ha llamarle haciendo que el pequeño ciervo salga corriendo del lugar.

Padre: ¡Yuuma venga que ya está todo preparado!

Lo único que hizo fue terminar de incorporarse y responderle a su padre.

Yuuma: ¡Ya voy!--dijo para salir corriendo en dirección en la que se encontraban sus padres.

Madre: Ya era hora hijo mio, toma.--dijo para entregarle un plato lleno de comida, a continuación cuando el pequeño tomo el plato se sentó al lado de su padre, el cual no dijo nada solo le dirigió una sonrisa.

Madre: ¿Has visto algo nuevo Yuuma?-- preguntaba mientras tomaba la jarra que estaba llena de agua.

Yuuma: ¡Si! ¡Un cervatillo!-- dijo el pequeño con una gran sonrisa y los ojos bien abiertos.

Madre: Wow, ¿Y le pudiste acariciar?-- al oir esto solo miro a su padre con cara de molesto.

Yuuma: No, porque justo papá me llamo gritando y el cervatillo salió corriendo.- -dijo cabizbajo.

Padre: No te preocupes hijo saldremos a buscar al cervatillocuando terminemos, ¿quieres?--dijo el mayor para compensar a su hijo, el cual le miró con mucho entusiasmo, con unos ojos brillantes y una sonrisa.

Yuuma: ¡Si!

Sus padres se miraron y rieron por el entusiasmo del pequeño.

Después de acabar fueron a cumplir la promesa que había hecho el padre al pequeño. No caminaron mucho cuando empezaron a oir agua, lo que significaba que había una cascada o un riachuelo cerca de donde se encontraban. Empezaron ha seguir el ruido del cauce, para encontrarse con una pequeña cascada que se precipitaba hacía un gran lago, al cual le seguía un riachuelo. La familia se quedó amaravillada por la belleza del lugar. Él padre diviso a un pequeño ciervo y uno más grande a su lado.

Love Never Dies||El Amor Nunca MuereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora