Padezco de vértigo desde que puedo recordar, entonces que hago sentado acá al borde del acantilado, porque estoy tan tranquilo balanceando los pies como un niño en un columpio, puede ser que el león que tengo a mi lado me traiga la calma entra y sale de mi sin que yo lo controle, durante meses anduve despistado con los ojos de los animales que se me aparecían cuando cerraba los míos, hasta que con la práctica he aprendido a distinguir a varios de ellos, junto a mi también hay un lobo de ojos fieros maestro solitario que se busca la vida sin manada, el lobo solitario que morirá con migo, el instinto de supervivencia aullando a lunas desconocidas, asomando apenas entre los pliegues de mi mente aparece el lince, el lince es su propia sabiduría, guardián de los secretos al contrario que yo es poco hablador, un gato grande que me estudia con mirada escrutadora y se mantiene a distancia, y aquí estoy yo sin saber qué hacer ni saber que esperar de un futuro que se va rizando como una vieja carretera de montaña en la que es imposible ver la última curva, aquí estoy yo balanceándome en el abismo de la locura esperando a los demás animales para completar el ciclo del mabon en el equinoccio de otoño y más rojo que un tomate.
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Cuatro estaciones hacia la locura (fragmentos)
RandomPadezco de vértigo desde que puedo recordar, entonces que hago sentado acá al borde del acantilado, porque estoy tan tranquilo balanceando los pies como un niño en un columpio...