-No... no puede ser.
-Sí Mia. Tu madre te ha estado llamando toda la tarde y yo te he estado buscando.
-¿Qué va a pasar Brandon?Por varios segundos reinó el silencio. Steph nos invitó a pasar pero Brandon y yo decidimos ir a dar una vuelta mientras que Steph tomó las bolsas de las compras y las llevó a la habitación.
-No puede ser... Marina es la mejor abogada que hay y no lo digo porque sea mi madre...
-Lo sé Mía. Lo que no se es como ha podido pasar. Tu madre lo está pasando bastante mal... lo mejor será que vayas y hables con ella...
-No Brandon. No pienso hablar con ella por mucha madre mía que sea. Y si ese... hombre ha ganado el caso para tener mi custodia, primero que me encuentre y después que me obligue a ir con él.
-Creo que ya lo ha hecho...Ante nosotros venía un lujoso coche negro que aparcó cerca del banco en donde estábamos sentados. De él se bajó un hombre de mediana edad con traje y corbata. Se le veía impecable.
-Dime Brandon que no has sido tú el que se lo has dicho...
-¡No Mía! Me habrá seguido...
-Mia Estrada... eres igualita que tu madre...
-Menos mal. Doy gracias de no haber tenido los genes de otra persona o podrían haberme puesto en el museo por arte abstracto.
-Aunque en el carácter si que eres parecida a mi... veo que ya os conocéis. Recoge tus cosas. Te vienes con nosotros.
-Já, que te lo has creído. Con usted no voy ni a la esquina.
-¿Usted? Soy tu padre.
-Por favor, no me hagas reír ni te hagas falsos méritos que no te mereces. Así que estás soñando si piensas que iré contigo.
-Vale, veamos que opina la policía de todo esto.
-¿Por qué te has empeñado en joderme la vida? ¿Qué quieres de mí?
-Te repito que soy tu padre y estoy en mi derecho.
-Y yo te repito que solamente eres el hombre que por desgracia contribuyó a traerme a este mundo. No te mereces que te llame "papá".
-Sea como sea, recoge tus cosas que nos vamos.
-Obligame.No pensaba ceder por un segundo. ¿A que venia todo este numerito de querer ser mi padre por una vez en su vida?
-No me hagas perder la paciencia niña.
-Pues largate y no me busques, señor.
-Maldita sea...Acto seguido me enganchó del pelo intentando llevarme a rastras hasta su coche. ¿De que manicomio había salido este hombre?
-¡Sueltala!
-Tu calladito Brandon. Yo haré lo que me dé la gana con tu hermana.
-Te he dicho que la sueltes, desgraciado.Volaron golpes de los que yo salí bien parada a diferencia de Dean y Brandon. Parecía que había causado ya bastantes problemas. Fui corriendo a casa de Steph a por mis cosas y le di las gracias por haberme dejado estar allí. Le prometí que en otro momento le contaría todo lo que había pasado. Alcé mi mochila y las bolsas de las compras y volví junto a Brandon y el otro señor, Dean.
-Muy bien. Has recapacitado y eso me gusta. Sube al coche. En cuanto a ti, Brandon, ya hablaremos.
-¿Perdona? Yo no pienso subirme al mismo coche que tu en la vida. Me voy con Brandon.
-Qué paciencia... No me importa. Os espero en casa en menos de una hora. Y por favor, no me volváis a agotar la poca paciencia que tengo. ¿Entendido?
-Qué te den.- masculló Brandon.Todavía me dolía la raíz del pelo cuando vimos como el coche se alejaba. Me quedé en mitad de la calle mirando hacia la nada cuando sentí que Brandon me abrazó y no pude contener más las lágrimas. Todo esto era surrealista. ¿Cómo había sido capaz ese capullo de tirarme el pelo de aquella manera?
-No dejaré que vuelva a poner un dedo encima tuya. Te lo prometo.
Ya había escuchado tantas promesas... pero esta hizo que me sintiese protegida. Brandon mi hermanastro... aún no podía asimilarlo así que seguía cubierta por su pecho y sus brazos mientras continuaba llorando sin consolación que sirviera para que dejara de hacerlo.
-Mia, escuchame. Este hombre es un cabrón de tres pares de narices. Mi madre se empeña en hacerse la ciega y seguir estando con él, y todo por mi hermana. Pero creeme cuando te digo que será mejor no buscarle las cosquillas. Es mejor que vayamos a casa cuanto antes y ver cómo evolucionan las cosas... yo seré tu apoyo. No te preocupes.
Sus palabras hicieron que llorase con más ganas aún y plantearme la posibilidad de desaparecer del mapa. ¡Hasta Brandon admitía que aquel hombre era un imbécil! Fuimos hasta su casa en metro. No dejaba de hundir mi rostro entre su pecho cuando la gente me miraba con detenimiento de todo lo que había llorado. ¿Es que nunca habían visto a una persona hinchada y parecer un monstruo por llorar?
Finalmente llegamos a una urbanización demasiado cara a plena vista. Ahora entendía porque se había bajado de aquel coche tan lujoso y vestido de marca. Brandon llevaba a la espalda mi pesada mochila mientras abría la puerta.
No podría describir semejante casa por no llamarla mansión. Quizás haya exagerado al llamarla mansión pero vaya si era grande y lujosa. Era bastante moderna aunque guardaba detalles rústicos. Entramos hasta el salón donde estaba la familia al completo. Había una mujer de mediana edad aunque aparentaba ser más mayor de su edad. Supuse que era la madre de Brandon. Aunque aparentase más edad, no perdía su elegancia. Ahora se a quien habia salido Brandon y el por qué es así de guapo. En cuanto a su hermana pequeña, apenas pude detallarla porque en cuanto se cerró la puerta, Brandon se puso delante de mi y comenzó a hablar.-Por si no os parece bastante el espectáculo que ya hay, voy a enseñarle a Mia su habitación. Mañana hablaremos del tema si ella quiere. No la agobieis y menos tú, desgraciado.
-¡Brandon, no le hables así a tu padre!
-Yo no tengo padre, mamá.Brandon me cogió con delicadeza de la mano mientras comenzamos a subir las escaleras hacia las habitaciones.
-La de mi madre está una planta más arriba y la de mi hermana está aquí al lado. Esta es la tuya. Mi habitación está en frente. Brandon abrió la puerta de mi habitación y nunca había imaginado poder tener una habitación como esa. Con solo ver la balda que había debajo de la ventana para sentarme cómodamente y leer, quedé enamorada.
-Ahí mismo tienes el baño privado.
-Brandon, siento como me he portado contigo cuando tu solo... me has intentado ayudar. He sido muy egoísta y....
-Sh... te comprendo. No tienes porqué disculparte. -me atrajo contra si y rompí a llorar una vez más.-Sh, mi niña. Te prometo que todo saldrá bien.- me decía mientras su camiseta atrapaba mis lágrimas y mi pelo era peinado por él.
Ahora mismo de quien sólo podía fiarme en esta casa era de Brandon.
Nunca pensé que el fuese a ser mi ángel de la guarda.-----------------------------------
¡Hola queridos lectores!
Gracias por haber llegado hasta aquí.¿Qué le pasará a Mía en esa casa?
¿Brandon siente algo más que un amor de hermanastro?
¿De donde ha salido Dean? Y, ¿por qué ese interés tan repentino por unir a sus dos familias?Pero no, aquí no acaba la cosa. ¿Quién tiene ganas de fiesta?
Pd: No os olvidéis de Nick... ;)
¡Nos vemos!
Un saludo.-N.
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El diario de Mia
Roman pour Adolescents10 de septiembre. ¿Qué harías si volvieses a empezar tu vida en otro país? ¿Qué pasaría si allí estuviese la peor de tus pesadillas alias; Elisabeth ? ¿Y si desmantelaras todos los dramas familiares?¿Qué pasaría si estuvieras al borde de la muerte...