Me encuentro caminando solitariamente en una especie de sendero en donde las sombras parecen moverse como si tuvieran vida propia. Mientras camino voy recordando mis vidas pasadas buscando un tema de conversación para mi silenciosa mente. En una parte del sendero me encuentro con un vado atravesando mi camino y percibo el aroma fresco del rocío de la mañana. Esa blanca respiración me hizo recordar tiempos en donde mi mente y alma estaban en sincronía y cada latido parecía un verdadero regalo de vida.
A su vez,eso me llevó a recordar tiempos en donde todo eso llegó a su fin y todo se tornó de inmenso negro,cuando trato de recordar la causa de tan repentina oscuridad,mi mente se tiñe de un inesperado silencio que parece eterno y solo alcanzo a observar la silueta de al parecer una mujer,pero... ¿Es capaz una simple mujer haber dado vuelta mi mente?,Pues aún no lo sé,mis pensamientos no son claros y mi alma no tiene intenciones de recordarlo.
Entonces sigo caminando,solo escuchando el sonido de mis solitarios pasos hasta que me encuentro con lo que parece la razón de tan larga caminata. Primero,recuerdo que el cielo estaba teñido de un decadente rojo carmesí,recuerdo que cuando lo vi,al instante escuché oí un susurro,una voz seca que parecía aconsejarme que salga de ese lugar,y al mismo tiempo al girar la vista de nuevo me percaté de que estaba caminando en un cementerio,al parecer sin rumbo alguno,ni voluntad de detenerme.
Cuando al fin parezco detener el andar de mis lúgubres pasos,la voz tosca que me susurraba antes ya no está,y en su lugar aparecen gritos en voz baja de infortunado lamento. Mi respiración se acelera y comienzo a perder la aparente calma en la que me encontraba ,tiempo después todo se llena de una densa y pacífica niebla hasta que aparece una figura de entre las sombras. No alcanzo a ver mucho,solo sé por alguna extraña razón que se dirige directamente hacia mi,entonces me doy cuenta a medida que se acerca de como era aquel extraño ser. El ente en cuestión,con una preocupante apariencia humana,llevaba consigo una especie de túnica de color negro azabache que impedía ver su rostro,pero alcanzo a observar uno de sus brazos,el cual tenía visiblemente enfermo de algo parecido a la lepra.
Cuando el extraño ser termina su lento caminar y esta frente mío,le dirigí la palabra:
_¿Qué eres?
_Un Vidente. Respondió con voz opaca
_¿Vidente?,¿Y que es este lugar?
_Es donde las desconsoladas almas de los hombres buscan un descanso. Alegó
_¿Descanso de que?. Pregunté con disimulo
_De los arduos caminos de la vida. Replicó
_¿Y que tiene que ver conmigo?. Me atreví a preguntar
_Digamos que estoy para advertirte ahora te debes ir,todavía no es tu hora,vendrás cuando sepas que vienes a hacer aquí
Satisfecho pregunté con claridad:
_¿Puedo saber tu nombre?
_Me llaman Enronymus. Contestó.
Entonces me levanto de la cama exaltado,preguntándome que ha ocurrido,con los ojos envueltos en lágrimas y mi cuerpo rodeado de una fina capa de sudor presa del miedo,me doy cuenta de la razón por la cual mi mente estaba tan callada. Todo era aparentemente sólo un simple sueño muy próximo a una pesadilla demasiado real.
Me levanto y salgo a caminar,tratando de buscar calma y seguir como si nada hubiera pasado,son las 4:00 P.M. y el día está lejos de comenzar. Hacia 10 años me había encontrado viviendo en la misma calle Lucero al lado de un callejón y cerca de una plaza,y por primera vez en tantos años estaba tan envuelto en una soledad tan grande y profunda,con calles vacías seguido de un tranquilo y sospechoso silencio,cortado por el aullar de los perros aledaños a la plaza.
Me siento en el banco más alejado contemplando el cielo púrpura,señal de que una tormenta se acercaba,mientras el suave viento conspira con las ramas vacías de los árboles para producir sombras y un sonido un tanto funesto.