No soy la típica chica (U.D.S.#1)

"¿Vas a salir con el empollón?"

Soundtrack ~ Like That ~ Jack & Jack

Capítulo 20: "¿Vas a salir con el empollón?"

Las clases podían ser la cosa más liviana que existe si lo que quieres es olvidarte de todo por un momento. La rabia se había escapado por completo de mi cuerpo cuando el profesor empezó el sermón y consiguió que me aburriera de una forma sobrenatural.

Mis pasos desean salir del edificio, ni un alma se veía por el bonito césped del instituto dando al lugar ese toque de paz que necesito con urgencia. Cierro mis ojos con fuerza sabiendo que no siempre tiene que estar así.

—¡Sky! — La voz grave del castaño resuena en mis oídos con fuerza, acelero mi paso sabiendo que él me va a coger tarde o temprano —. ¡Joder, Sky! ¡Para ya, solo quiero hablar contigo! — grita otra vez.

Su mano vuelve a agarrar mi codo, siento que se vuelve una costumbre para él hacerlo el día de hoy. La única forma de detener mi paso es agarrarme y él, al parecer, ya lo había descubierto.

— ¿Qué quieres ahora, Dylan? — pregunto cansada, mi mirada choca con su rostro que me observa desde unos centímetros más arriba. Debo doblar mi cuello levemente para poder contemplarle.

— Perdóname, Cielo — susurra, sus ojos contemplan y analizan mi rostro como si buscara algún fallo —. No soporto estar así contigo — añade, su voz desciende hasta que casi no puedo escucharla.

Sabía que la manera en la que me estaba comportando no era como la de una perfecta adulta. Actúo como lo haría una niña de nueve años cuando le roban su juguete favorito y no debía hacerlo.

— ¿Alguna vez has sentido que te toman por estúpida? — La pregunta escapa de mis labios sin tener tiempo de detenerlas. Desenfoca su mirada como si no entendiera —. Llevo toda mi vida escuchando como «lo siento» y «perdón» son las palabras más falsa que he visto — río amarga bajando mi mirada para fijarla en un punto en el suelo —. No sé lo que se convierte en una disculpa de verdad y en una que solo busca tu falso perdón — retiro mi rostro de sus manos cuando intenta alzarlo —. ¿Cómo sé que no eres uno más de esas personas que mienten con sus disculpas?

Su mano se coloca de nuevo en mi barbilla ejerciendo presión sobre mi mandíbula. Me obliga a alzar mi rostro y, en esta ocasión, no se da por vencido cuando no se lo permito. Sus ojos son serios y determinado mientras me contempla.

— Déjame compensarte — susurra, puedo sentir su aliento cortando mi respiración ante su cercanía. Sus labios se mueven de una forma tan provocativa que debo acordarme en que situación me encuentro —. Ven a mi casa esta tarde — su frente choca con la mía, mi nariz roza la suya. Casi puedo sentir como sus labios se pueden posar sobre los mío como haga un simple movimiento.

— No — susurro, su cercanía hace que un centrifugado de la lavadora se encienda en mi estómago —. No puedo quedar contigo — se separa de mí unos segundos provocando una corriente de frío cuando no está a mi lado —. He quedado con un amigo — termino, sus manos se separan de mi rostro dejándolas caer a la altura de su cuerpo.

— ¿Con quién? — Frunzo el ceño al ver la urgencia en su tono de voz, sus cejas se juntan tanto que no puede apreciarse ni una sola división entre ambas —. ¿Es con el empollón, verdad? — vuelve a cuestionar.

La forma tan despectiva con la que le menciona logra separarme de él por completo estableciendo unos modestos centímetro entre ambos. Aprieto mi mirada cerrando mis manos en puños al igual que le sucede a él.