«Declaración.»

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~Capitulo Único.~

En primer lugar, no sé como llegué a hacer esto, escribir mi confesión sin que nadie más se entere, ni siquiera ella. Pero bueno, quiero que alguien lo sepa, no importa quien, ni de donde, ni cuando.

Realmente, quisiera que ella lo leyera, que por alguna razón del destino, encuentre esto mientras vaga por internet como siempre lo hace, con sus dedos tecleando con rapidez intentando matar su aburrimiento con simples páginas webs que se encuentran de forma aleatoria.

En éste momento, deben pensar que estoy loca sabiendo cada detalle de ella, pero eso es estar loca de amor, ¿No?

Pero, aunque lo leyera, lamentablemente, no se fijaría en una mujer, ¿Lastima, no? Pero, no digo que soy tan mala persona o me estoy menospreciando, nada de eso. Ella está enamorada, y ayudarla en su confesión fue muy doloroso, sin embargo, lo volvería a hacer mil veces más con tal de volver a ver aquella hermosa sonrisa que se dibujó en su rostro cuando aquel chico la aceptó.

Déjenme que me explique mejor...Mi nombre es Aliz, tengo 15 años, voy a un aburrido liceo que queda a una hora de mi estúpida casa. Soy hija única de una pareja que no duró más de 3 años. Aunque, mis padres no son tan malos, no me aceptaron cuando les dije mis "gustos". Cuando cumplí los 13 años, me acepté, reconocí que no me atraían los hombres, pero solo un año después les conté a mis padres, los cuales solo me llevaron a un psicólogo pensando que tenía algún problema o algo así.

Y, cuando la psicóloga les dijo que no era así, vaya que me regañaron como si fuera una niña de seis años. Y, como si fuera poco, me dieron sermones por 4 meses completos. No había día en que no tocaran el tema, ¡Hasta en publico me regañaban! ¡No les importaban las miradas de todos cuando decían que su hija era lesbiana!

Sin embargo, ya me acostumbré a la distancia que tomaron de mi después de que lo "aceptaron". Si pudiera agrandaría las comillas, pues, se enojaron como nunca antes lo habían hecho.

A los 10 años, conocí a una chica, la que se convirtió en mi mejor amiga en cuestión de días, aunque éramos polos totalmente opuestos, nos llevábamos muy bien, y ella me ayudó en mis peores momentos. Y...Su nombre...Sophie...

Ella no era de una familia con excelentes recursos, pero si era de una familia muy unida y cariñosa. Su vida era buena, pero ella nunca la consideró perfecta, solo por el hecho de que era hija única. Ella siempre me decía que hubiera amado tener un hermano pequeño al que cuidar...Creo que, por eso, algunas veces me decía "hermana".

Nuestra amistad era muy bonita, sincera y, puedo decir que, envidiable por muchos. Me encantaba pasar tiempo con ella, conversar de toda clase de temas y salir un día completo de paseo por la ciudad.

Pero llegó el día en que me di cuenta de que aquel cariño que le tenía no era de amiga ni de hermana...Al principio solo me aseguraba a mi misma que solo era una confusión, que de verdad la quería mucho al ser tan amable conmigo. Pero, entendí que me había enamorado cuando me dijo estas simples palabras: "¿Me ayudarías a confesarme?"

No entraré a detalles como; "Mi corazón dolía de manera gigantesca..." o "En ese momento solo me quería morir..." Porque, realmente, no necesito ni la lastima, ni el consentimiento de nadie, solo necesito que se enteren de lo que sucedió, pues, lo que sucederá luego, ya se lo pueden imaginar después de haberles explicado todo.

Bueno, creo que es tiempo de terminar con esto...¿Cierto?

Las siguientes palabras serán dedicadas especialmente a Sophie, sin embargo, no les prohíbo leerlas, ya saben toda mi historia y, creo, que tienen el derecho de saber lo que le quiero decir a ella con todo el corazón...

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