Emili

CAPÍTULO 1

"Lágrimas"

Lo descubrieron a los 4 años, yo solo era una niña, no entendía que pasaba, me sentía mal, desganada, sin fuerzas, sin ganas de vivir.

Mis padres no entendían que yo ya no quería seguir, ellos no comprendían mi sufrimiento, estaba cansada de llorar...

Detesto como las personas me miran con lástima, odio esas miradas, cuando se apiadan de mí, exploto.

Mi nombre es Emili Hitani, tengo 15 años, sufro de leucemia. Supongo que es muy chocante saber esto ¿no?, lo siento pero esta es mi historia, y por más triste que sea es mía.

Amo escribir, me gusta leer, eh leído 120 libros en menos de una semana, estoy segura que no me creeran, pero es así.

Tengo mucho tiempo libre, me obligaron a dejar la escuela en segundo año de secundaria, mis padres tenían miedo de que yo tenga alguna recaída en ella.

¿Les dije que soy hija única?, gracias a ello mis padres siempre están encima mío, no me dejan en paz ni un momento.

Creen que no puedo hacer nada por sí sola...

Es duro tener un hijo que tiene leucemia, es la parte más dura del cáncer. Con el tiempo vas aceptando que te estás muriendo, pero las personas que te rodean no.

Ellos no quieren que te vallas de su lado, por más que te duela y les duela, tú al final del camino te vas... No hay nada que se pueda hacer.

A no ser por un milagro...

Los milagros existen, yo fui uno. Suena patético pero lo es.

Mi madre no podía tener hijos, pero por cuestiones de la vida, creo yo, ella me tuvo.

Nací el 23 de marzo de 2001. Ese día hubo una gran tormenta tropical, que casi arrasa con todo, llegué al mundo a las 00:00 horas. Me dijeron que era una bebita muy fuerte y bella.

Tengo gustos demasiados raros, amo el color negro, convina con todo. Me gusta cantar, dibujar cuadros, comer (amo la comida, a pesar que todo termine en el inodoro, por producto de la quimio). Mi estación favorita es el otoño, amo ver como las hojas se caen y adornan todo a su paso. Al menos pienso yo eso, por que para otros hacen basura. Jaja.

De pequeña tenia muchas ganas de ver un eclipse, es uno de mis mayores sueños.

Creo que soñar a esta altura es lo mejor que podemos hacer, por que la esperanza se va poco a poco.

Hoy es martes y tengo quimio, antes solía llorar y patalear para que no me llevaran, ahora ya no, digamos como que me entregué por completo y ya no le doy mucha importancia.

Solo son momentos de dolor, que aunque se vuelven más y más insoportables, suelo ignorarlos.

Es duro...

Les contaré todo lo que pueda, empezando por Victor Maik. Suspiro.

Ém fue mi primer amor, el único de hecho...

Fue con el que di primer beso y pude conocer el amor. Es más grande que yo, pero jamás note la diferencia de edad que suele pasar en las parejas.

Lo conocí un día como cualquiera, fue raro, pero hasta llegué a creer que fue mágico haberlo conocido, por una extraña razón el tenía que aparecer en mi vida. Fue lo mejor que me pasó.

Quizá creen que estoy exagerando, pero para una persona que se esta muriendo significa mucho.

Ese día iba caminando por la calle, camino a la biblioteca. De repente apareció él, tenía una sonrisa muy bonita, sin querer me chocó y caímos al suelo.

En ese instante el tiempo se detuvo, nuestras miradas cruzaron y por un momento sentí que mi corazón había despertado de su eterno sueño.

Sentí muy cerca mío su respiración, su cuerpo estaba arriba de mí, pero no me importó.

Al darse cuenta de lo que estaba pasando se levantó y me ayudó, se puso muy colorado, y yo no decía nada. Me quede allí, observándolo y escuché cómo me pedía disculpas por su torpeza.

Imaginé que no notó que lo miraba locamente, se ofreció a acompañarme a donde iba... pero alguien (Estaba segura de que era su novia) lo detuvo. Una chica interrumpió diciendo que yo estaba bien y que no hacía falta que me acompañara, de hecho, hasta quedaré como una zorra más adelante, aún me avergüenzo de lo que pasó.

Sin dudar un momento más retomé mi camino a la biblioteca y el chico lindo de ojos azules, me quedó mirando y cómo me alejaba, con su detestable novia a su lado, Camila.