Os habéis subido en la barca, y Harry va remando.
“La Reina de los Mares” se desplaza lánguidamente a lo largo del río y durante un instante, ninguno de los dos habláis.
-¿Esto te da menos miedo que la moto, princesa? –él rompe el silencio con una sonrisa en los labios.
-Me parece menos peligroso –alzas las cejas.
-Yo diría que caerse a esta agua es bastante peor que caerse al suelo de la carretera… al menos ese no está verde y asqueroso.
-Bueno, pero ¿a qué velocidad va la barca? ¿A un kilómetro por hora?
-¡No te pases! Tampoco vamos tan lentos –dice, haciéndose el ofendido ante tus dudas sobre su capacidad para remar.
-Sabes a lo que me refiero –pones los ojos en blanco.
-Y tú también a lo que me refiero yo –te guiña un ojo.
En ese momento estáis pasando el puente en el que habéis dejado la moto. Miras hacia arriba y ves la parte de abajo del puente, esa que no ve nadie.
-Si antes estabas en una cita, se supone que no tienes novio, ¿no? –pregunta Harry.
Contienes una sonrisa.
-¿Qué pasa? ¿Te preocupa estar llamando “princesa” a la propiedad de otro? –apoyas los codos en tus rodillas y la barbilla en tus manos, y le miras, divertida.
-En absoluto –se aparta un rizo de la frente con la mano-. Es sólo curiosidad.
-Ya, ya. Tienes miedo de que mi supuesto novio se enfade contigo, ¿eh? -preguntas hechando tu largo pelo a un lado.
-Perdona, princesa, pero te aseguro que sería él quien me tendría miedo a mí.
-¡Uy! ¡Cuidado, señoritas, estamos ante un chico malo, caigamos a sus pies! -ironizas.
-Si te apetece… Pero a lo mejor tu novio se ofende contigo –pone una media sonrisa.
-No tengo novio, idiota.
-Gracias por el halago –sonríe ampliamente de forma exagerada.
-No es nada, simplemente expreso la realidad con palabras.-sonries.
-Claro, claro.
Harry intenta no sonreír, y le sale un gesto muy gracioso que te provoca una carcajada.
-¿Te ríes de mí? –deja de remar y se cruza de brazos.
-¿De quién si no? Sólo estamos tú y yo… y “La Reina de los Mares” –ríes levemente.
-Ah, interesante apreciación, sí. Digamos que… te tengo secuestrada, ¿no? –se echa hacia delante y te observa.
-O yo a ti, depende de cómo quieras verlo.
-En ambos casos me vale, la verdad –esboza una sonrisa pícara.
-Styles, no sé qué estás pensando, pero no me gusta –te echas hacia atrás.
-¿Por qué tienes esa manía de huir de mí? Que no te voy a comer… -duda- O sí.
-Prepotente –le sueltas.
-Sé que te encanto –pone una sonrisa encantadora.
-Me parece que no eres muy listo –niegas con la cabeza.
-Pues he sido lo suficientemente listo como para que, aunque se supone que no puedes soportarme, estés conmigo en esta barca en mitad de un río de aguas casi venenosas –dice en tono triunfal.
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I Hate you.
Hayran KurguÉl, Harry Styles, el típico chico egocéntrico, mujeriego, y creido. Yo, Diana Payne una chica tímida y solitaria. Eramos todo lo contrario, pero el destino puso a Harry en mi camino, yo lo odiaba, o eso creía.