-Señor - Wayzz se acercó al Maestro Fu; quien estaba sentado meditando - Señor - insistió.
- Dime Wayzz - el Maestro Fu abrió sus ojos y se quedó observando con atención a su kwami - ¿Qué sucede?
- Siento más Miraculous - la pequeña criatura se concentró un poco más, bajo la mirada de su maestro.
-¿Cuántos? ¿De dónde vienen? - Wayzz lo miró y sonrió.
- Vienen con el Maestro Dion - anuncia, alegre - son varios, quizá unos 5 o 6.
- ¡Genial! - exclamó el Maestro Fu, se levantó y se dirigió a la cocina - ¡Arreglate, Wayzz! ¡Pronto tendremos visita! - dicho eso, el Maestro Fu y Wayzz se pusieron manos a la obra para limpiar un poco y tener todo listo para recibir la visita.
Pasó la tarde y, cerca de las 7:00pm alguien golpeó la puerta.
- ¿Buenas? - una criatura anaranjada apareció frente al Maestro Fu.
- ¡Mit! ¡Déjame saludar! - la voz de un hombre anciano hace que Mit se mueva y de paso a su amo.
-¡Maestro Dion! - el Maestro Dion saludó a su anfitrión, quién lo hizo pasar y tomar asiento.
Pasaron las horas, charlando y recordando muchos momentos, historias de cómo cada uno de ellos ayudó a salvar su respectiva ciudad, cuando recibieron sus miraculous o cosas similares. Mientras los maestros hablaban de sus memorias y compartían un té, los pequeños kwamis también jugaban y comían, celebrando la hermosa noche.
- Y bien, Maestro Dion, Wayzz me contó que traes contigo varios miraculous - el Maestro Dion se rió, recordando como Wayzz siempre sabía más de lo que debía.
- Ese pequeño... Y yo quería que fuera una sorpresa - los dos maestros se carcajearon mientras el kawami pedía disculpas.
- ¿Qué sucede con ellos? ¿Por qué los has traído? - preguntó el anfitrión, haciendo que la conversación se volviera un poco más seria.
- Daré un último viaje - comenzó el extranjero - ya estoy viejo y debo dejar este mundo pronto; quiero ver en que se ha convertido el mundo durante estos años, tomaré uno o dos años en eso y... - ambos maestros sabían lo que pasaría después de eso - bueno, aún guardaba estos miraculous y quiero que tu los cuides por mí.
- Por supuesto, creo que alguno nos podría ayudar, solo tenemos un héroe en París - comentó el Maestro Fu, mientras su invitado sacaba el cofre en dónde guardaba las joyas.
- Aquí están, espero que sean de ayuda - el anciano inglés sonrió nostálgicamente mientras veía como el Maestro Fu acomodaba el cofre en un estante.
- Lamento mucho que haya tomado esa decisión - todos los maestros podrían vivir todo lo que quisieran, hasta que decidieran entregar su miraculous y partir al otro mundo.
- Es necesario - el viejo maestro se levantó de dónde estaba y se dirigió a la puerta - volveré para que recibas mi miraculous - dicho eso partió, seguido de su pequeño kwami.
El Maestro Fu abrió el cofre y encontró 5 miraculous, suspiró y los guardó, luego volteó a mirar a la tortuga, quien era su compañero constante.
- Wayzz, tenemos que encontrar un portador para alguno de estos miraculous - su kwami asintió - así ayudaremos a Chat Noir.
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Hola, hola!!! bienvenidos a este nuevo fanfic de... LADYBUG!!! jejeje, bien pues espero que les agrade, que sigan leyendo y que no hagan plagio si les gusta!!! espero que nos podamos leer en el siguiente capitulo, que voten y comenten ;)
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Eagle (Ladybug fanfic)
FanfictionBueno... la verdad no tengo idea de por dónde comenzar... mi nombre es Pepper Kidman (Algunos me llaman Peps pero me puedes decir como quieras) tengo 16, soy modelo y no tengo una gran familia (mis abuelos ya murieron, no conozco ningún tío o primo...