Soy Alicia y tengo 19 años, encontré este cuaderno en mi camarote y escribir en él, es lo único que me distrae además de leer los libros de mi padre.
No recuerdo cuántos días llevo aquí, ni que día es, ni en qué mes estamos, es difícil saberlo cuando estás en un submarino a saber cuántos kilómetros de profundidad y, aunque todavía no comprendo cómo llegué aquí, no me arrepiento ya que he visto las cosas más maravillosas que cualquier ser humano haya visto jamás; pero será mejor empezar a escribir mi corta, pero emocionante aventura y la multitud de hermosas, pero algunas peligrosas criaturas que he presenciado.
Vivo con mi madre. En estas vacaciones, voy a visitar a mi padre y a mi hermano Felipe que tiene 7 años. La familia está dividida pues el año pasado le diagnosticaron a Felipe una enfermedad que afecta los glóbulos blancos y se enferma muy fácilmente y si mi padre y él, no se hubieran ido al pueblo costero donde viven, probablemente Felipe ya no estaría aquí.
Mi madre y yo no nos podíamos ir con ellos; pues yo tenía una beca y no la podía dejar (Mas bien no me dejaron), mi mama tampoco podía irse debido a su trabajo.
Todo comenzó cuando al empezar las vacaciones de verano, estaba lista para ir con mi padre.
Por una parte estaba emocionada, ya que vería a mi hermanito y por otro lado molesta ya que en ese lugar, no había internet, lo necesitaba para estudiar y entrar a la universidad y así cumplir mi sueño de ser bióloga marina, eso es lo único que herede de mi padre, su amor por el mar y sus ganas de descubrir los misterios que oculta (Y sus ojos verde-azulado).
En cuanto llegué a casa con mi padre, note que él había cambiado, parecía como si la esperanza de descubrir aquella rara alga marina que le mencionaron los nativos que podría curar a Felipe, hubiera renacido
Me dijo -¡Lo logre Ally lo logre! ¡Aceptaron la búsqueda del alga! ¡Es una investigación oficial! ¡Participaras en ella como una práctica para tu carrera! ¡Iremos en un submarino!, No deshagas tus maletas, ¡con nuestros conocimientos, astucia y curiosidad por el mar podíamos encontrarla!¡Encontrar la cura para Felipe!-
Con extrañeza y alegría, busque a mi hermano con la mirada. Normalmente Felipe estaría esperándome sentado en el sillón pero no estaba, lo vi asomado en la puerta de su habitación, lo contemple preocupada.
Pero mi padre dijo -no te preocupes por Felipe tu madre llega en media hora solo; hay que arreglar unos detalles y entonces estaremos en camino a encontrar el alga, su oportunidad de seguir adelante.
Estaba más que confundida pero acepte, tome algunas cosas que suelo dejar allí y le dije a mi hermano que no tuviera miedo; él sonrió y corrió a abrazarme, después jugamos videojuegos. Charlamos, me dijo que tenía miedo que a papá o yo nos lastimáramos por su culpa, le dije que eso no iba a pasar y que si pasaba, no sería su culpa, pero lo conozco, no estaba convencido.
Llego mi madre, les dije adiós, recogiendo mi maleta, fui a la playa con mi padre, él me condujo a una cueva y entramos al submarino en ese momento solo pensaba que este viaje me ayudaría (además de ver crecer a Felipe), a conseguir mi sueño de ser bióloga y vaya que tenía razón.
Al entrar al submarino empezó mi asombro, era una belleza, tenía ventanales grandísimos de cristal súper grueso y unos faros enormes la vista era hermosa. Pude identificar la mayoría de la fauna y flora marina, eran simplemente hermosas.
El capitán me mostro mi camarote, me pidió que durmiera y me dijo en que ayudaría por la mañana.
Decidí ayudar en la cocina además de mi participación en el equipo de exploración no era una gran tripulación, pero esta era la única posibilidad de extender o incluso salvar la vida de mi hermanito.
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Erase una vez
RandomColección de cuentos de mi imaginación.. y que me piden para la escuela Ah, y retos