Capitulo 18

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Cuando desperté la habitación estaba consumida por la oscuridad. Estiré mi mano buscando a Fidel pero él no estaba allí y su parte de la cama ya estaba fría, lo que indicaba que él se había levantado hacía bastante; prendí la luz para poder buscar mi ropa y luego fui por una ducha.

Mientras el agua tibia recorría mi cuerpo intenté oír algo pero no había ni un mísero ruido en toda la casa. Quizás él había salido o simplemente estaba descansando en su cama; el temor comenzaba a inundarme, aquel que había sentido esa vez en la que me había hecho el amor por segunda vez y creí firmemente que se arrepentiría otra vez.

Una vez vestida fui a su habitación pero no había nadie allí, tampoco en la cocina o en la sala. No había rastros de él por ningún lugar; respiré repetidas veces sentándome en el sofá mientras una película animada se reproducía en el pequeño televisor. Estábamos en vacaciones de invierno por lo que la programación entera estaba destinada a los pequeños niños a los cuales sus padres no tenían más tiempo para ellos que para sintonizar el canal y sentarlos para que se idioticen un poco más.

Cuando pasaron las nueve de la noche y ya con mi celular en la mano la puerta se abrió y por ella ingresó Fidel con Lucy. Me miró sonriendo mezquinamente y la mandó a tomar un baño, se acercó a mi lado y tomó asiento para poder apoyar su cabeza en mi hombro.

–¿Entretenida la película?

–Un poco –mentí. Lo cierto es que ni siquiera sabía de qué se trataba, mis ojos había estado pegados a esa pantalla pero no tenía registro de lo que estaban pasando. -¿Qué pasó?

–Jorge y Roxanne tuvieron otra de sus peleas y Lucy me llamó para que vaya por ella –suspiró y tomó mi mano para poder entrecruzar sus dedos con los míos dándole un descanso a mi cabeza. Al parecer él no se arrepentía de lo que había pasado. –Deberías hablar con él... entiendo que esté muy enfadado por lo que hizo Roxanne, pero de seguir así terminarán separándose.

–No es algo que me corresponda –respondo de mala gana. Si él creía que porque ahora las cosas comenzaban a ir un poco mejor yo perdonaría todo lo que había hecho, estaba muy equivocado.

–Tú sabes que Jorge te escucha.

–Y también sé que Roxanne me robó los años más hermosos de mi vida.

–Pero ahora está todo bien ¿No? –quiso saber con voz conciliadora. Lo miré de reojo y asentí. –Yo sé que lo que hizo estuvo mal, lo sé y en parte estoy enojado por eso. Pero ellos se aman y no es justo que se separen...

–Nosotros también nos amábamos y ella no tuvo ninguna consideración –continúo soltando su mano.

–Oye –me detiene cuando me quiero parar. –No quiero pelear contigo, no después de la tarde maravillosa que pasamos.

Respiro un par de veces mientras Fidel acaricia mi rostro y asiento dándole una sonrisa forzada. Responde de la misma manera y deposita un casto beso en mis labios invitándome a permanecer a sentada a su lado.

–Hay una charla en mi cabeza...

–¿De qué tipo?

–¿Cuánto te dañé luego de la primera vez que estuvimos juntos? –desvió mi mirada y descanso mi cabeza en su hombro para que no vea mi rostro. A pesar de los años aquella charla seguía doliendo. –Ya veo...

–No es algo de lo que debamos hablar, pasó hace mucho tiempo –lo tranquilizo.

–No sé si lo dije, pero lo lamento... estaba asustado, recuerdo eso.

Trilogía Imposible: 3. Pide un deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora